El grisú tiene el mismo origen que el carbón y se forma...

¡Hola a todas, las gentes de Canales-La Magdalena y a los compañer@s del foro!

Este relato de Luisa Balnco está dedicado a todos los mineros y en especial a los de Canales-La Magdalena.

Vivir o morir

Pablo esta nervioso: es su primer día de trabajo. Los hombres le gastan bromas y le llaman aprendiz de hombre. Cada vez le cuesta más comportarse como normalmente es: un muchacho un poco tímido, que tiene que empezar pronto a trabajar para poder vivir. Saca un cigarrillo, lo enciende y escucha un grito:
- ¡No! ¡No lo hagas!
¿Por qué le gritan? Él sólo ha prendido un cigarrillo...
- ¡Dios! ¿Qué ha ocurrido?
No lo entiende, a su joven cuerpo, le falta una mano, que está a dos metros de él. Pero ¿por qué le duele como si intentaran arrancársela por la fuerza? ¿Y los otros? No los puede distinguir. Su visión está borrosa; sólo alcanza a ver cuerpos mutilados y ningún signo de vida. Intenta moverse, pero es como si alguien tirara de su cuerpo para abajo. Grita con todo el terror que su garganta le permite; bañado de sudor, salta de la tierra y se abalanza hacia delante.
- ¡Oh! ¡Qué horrible sueño!
Siente en su cuerpo el dolor, en su boca el sabor de la tierra y ese olor tan penetrante del gas. Intenta dormir otra vez. Como no lo consigue, se levanta y va preparando un trozo de pan y un poco de chorizo hecho en rodajas, pues así llenará más pan. Esto le servirá de comida para todo el día. Dándose ánimos, se prepara para el primer día de trabajo.
Sale a la calle. Es una mañana de frío invierno. Pablo camina deprisa; con mano temblorosa estruja la pequeña chaqueta contra su pecho desgarbado de adolescente. Todo su cuerpo tirita por el frío de la calle o quizás por los nervios de su primer trabajo, piensa. Cuando entre en la mina, su cuerpo sentirá ese agradable calor que tantas veces ha escuchado contar a los mineros en la cantina del pueblo.
En la boca de la mina se encuentra a sus nuevos compañeros, todos hombres serios, con surcos negros en la cara y alrededor de los ojos; surcos que, por mucho que se laven, nunca desaparecen: forman parte del minero y dan a su mirada una dureza que nunca puede suavizar. Pero él sabe que esa dureza es sólo aparente, pues los conoce bien. Por eso aguanta sus bromas y chanzas, que todo pinche tiene que pasar.
Dentro se le ha pasado el frío, pero los nervios le siguen jugando una mala pasada. Su mano tiembla y no sabe cómo camuflarla para que sus compañeros acaben con las bromas. De pronto recuerda que la noche anterior había comprado una cajetilla de celtas; ahora que nadie le presta atención, pues todos están preparando sus utensilios, piensa fumarse uno para calmarse.
Pone el cigarrillo en sus labios y, con mano que tiembla y se niega a obedecer, lo enciende. De pronto escucha un grito:
- ¡No! ¡No lo hagas!
Y después, nada... Sólo una gran explosión y total oscuridad.

¡Joer este relato de Mª Luisa es tremendo pero muy real, cuantos accidentes mortales ocurrieron por causa del grisú

Cuando lo leí me impresionó, por eso he querido compartirlo, como muy bien dices es crudo pero real. Las minas de hoy no tienen nada que ver con las de antes y aún así..............

El grisú tiene el mismo origen que el carbón y se forma a la vez que él. En el proceso de carbonificación, el carbón desprende diversos elementos, como hidrógeno, carbono y oxígeno, en forma de agua y gases como el dióxido de carbono, el metano, etc
Cuando la concentración de metano se encuentra entre los límites de explosividad, puede producirse una explosión si en la zona existe una fuente de energía suficiente. Ésta puede ser:
Llamas desnudas
Chispas de origen mecánico o eléctrico
Compresiones adiabáticas u ondas de choque
Superficies o gases calientes
La concentración más peligrosa es la correspondiente al 9,5% que es la que se corresponde a la mezcla que menor energía necesita para provocar una explosión.
En caso de producirse una explosión de grisú, las consecuencias pueden ser catastróficas en pérdidas de vidas humanas y materiales. Además, una explosión de grisú puede iniciar una explosión de polvo de carbón, de consecuencias mucho más catastróficas.
Una explosión de grisú se desarrolla como una onda de choque (un aumento repentino de presión) seguido de un frente de reacción (una llama). En el caso de que exista polvo de carbón depositado en las paredes de las galerías, la onda de choque provoca que el polvo se ponga en suspensión en la atmósfera, incendiándose con el paso de la llama y provocando una explosión de polvo de carbón. Esta explosión progresará por las partes de la mina donde haya suficiente polvo de carbón depositado en las paredes. La mayor catástrofe minera en Europa ocurrió en Francia el 10 de marzo de 1906, en la denominada Catástrofe de Courrières. Oficialmente murieron 1099 personas, debido a una explosión de polvo de carbón que recorrió 110 km de galerías, probablemente originada por una explosión de grisú.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Gracias Yoli, muy ilustrativo. Una lección magistral.
Gracias Yoli por poner lo que es el grisú y sus consecuencias. Hay vs relatos ue aún no lei. Coral y Yoli seguiré leyendo todo lo que aportan que es superinteresante. Abrazos