SARGENTO:...

SARGENTO:

- Pues a mi nada me importa
que sea ni villana, labradora
ni dama, mientras sea buena moza
y esté de buen ver.
Y me han dicho que muy bella
esta hija de villano; y si no
la quiere, para mi ha de ser.
Usted no pierda cuidados
y dedíquese a las altas damas
que yo me dedicaré a una buena mujer.

CAPITÁN:

- Pues hay que tener categoría
para saber muy bien escoger.
Entre dama, labradora y villana,
es preferible la dama, sin dudarlo.
Porque una villana puede ser
hasta mal hablada, bella, pero
no tiene emblemas, ni títulos,
y si figura, pero muy mermada.
Y si yo digo, "esa es mi dama",
el perfil es superior; mas
si no podría decir, "es mi villana",
que parecería mal a los ojos
del que me mirara llamarla así.
Pero, fíjate, que es eso que veo
si parece muy raro el hombre.

SARGENTO:
-Pues verá mi señor, si no me equivoco
aquel, de figura tan notable,
calculo que pueda ser Don Mendo.
Una risa, un caballero andante,
el mismo Quijote salido de la novela
de don Miguel de Cervantes Saavedra.
¡Vaya pincel pintado en su rocín flaco!
Es Don Mendo, el mismo que viste y calza
vamos a ver qué nos cuenta el hidalgo
que con Don Nuño va cabalgando y se apean
de dos corceles flacos y cadavéricos.
¡Qué estampa parecen ambos, mi amo.!