REBOLLEDO:...

REBOLLEDO:

- La Justicia te está buscando,
Alvaro y te ha encontrado.

CAPITÁN:

- Yo no admito justicia
de villanos en Zalamea.
Yo dependo del consejo de guerra,
y aquesta justicia es de villanos,
y para ellos y entre ellos, solo.

REBOLLEDO:

-Pues será como dices,
pero contigo se ha querellado
Pedro Crespo, recién nombrado
alcalde y con vara en mano.

(Crespo está dando órdenes de que no salga nadie, en especial los soldados a los que quiere interrogar, si los hubiere.

CRESPO:

-Que nadie salga de Zalamea
sin preguntarle santo y seña.
No ha de escapar el ruin
sin que yo al miserable le vea.
Si quisiese salir, matadle,
pero que no se escape.

CAPITÁN:

- ¡Pero que es lo que veo
si Crespo está con la vara
de la justicia adentro!.

CRESPO:

- Pase adentro don Álvaro
que será menester yo le tome
declaración en el juzgado
y extenderé la diligencia
en cuanto lo dictamine.

CAPITÁN:

-Aunque fueres la justicia
a mi no me alcanza la tuya,
a los militares, los villanos
no juzgan y menos a mi Crespo.
A las leyes militares me atengo
te guste o no, mi buen Crespo.
No la lugar que yo conteste
ni al mejor villano del lugar.

CRESPO:

- No tema mi capitán
que esto es cosa de nada,
una simple diligencia, de rigor
para con la justicia.

(El capitán hace salir a los suyos y Crespo también a los villanos. En eso se quedan los dos, cara a cara. Crespo le advierte de sus intenciones, tan solo hablarle de lo que siente como hombre que se ha visto agraviado.)