ESCENA XIV...

ESCENA XIV

ASTOLFO, que trae el retrato. ROSAURA

ASTOLFO:

Este es, señora, el retrato;
mas! ay, Dios!

ROSAURA:
¿Qué se suspende
Vuestra Alteza? ¿Qué se admira?

ASTOLFO:
De oírte, Rosaura, y verte.

ROSAURA:
¿Yo Rosaura? Hase engañoso
Vuestra Alteza, si me tiene
por otra dama, que yo
soy Astrea, y no merece
mi humildad tan grande dicha
que esa turbación le cueste.

ASTOLFO:
Basta, Rosaura, el engaño,
porque el alma nunca miente,
y aunque como Astrea te mire,
como a Rosaura te quiere.

ROSAURA:
No he entendido a Vuestra Alteza,
y así no sé responderle,
sólo lo que yo diré
es que Estrella (Ap. que lo puede
ser de Venus) me mandó
que en esta parte le espere,
y de la suya le diga
que aquel retrato me entregue,
que está muy puesto en razón,
y yo misma se lo lleve.
Estrella lo quiere así,
porque aun las cosas más leves
como sea en mi daño,
es Estrella quien las quiere.

ASTOLFO:
Aunque má esfuerzo hagas,
! oh, qué malRosaura, puedes
desimular! Di a los ojos
que su música concierten
con la voz, porque es forzoso
que desdiga y que disuene
tan destemplado instrumento,
que ajustar y medir quiere
la falsedad de quien dice
con la verdad de quien siente.

ROSAURA:
Ya digo que sólo espero
el retrato.

ASTOLFO:
pues que quieres
llevar al fin el engaño,
con él quiero responderte.
Dirásle, Astrea a la Infanta
que yo la estimo de suerte,
que, pidiéndome un retrato,
poca fineza parece
enviársele, y así,
porque le estime y le precie,
le envío el original,
y tú llevársele puedes,
pues ya le llevas conmigo,
como a tí misma te lleves.

ROSAURA:

Cuando un hombre se dispone,
restado, altivo y valiente,
aunque por trato le entreguen
lo que valga más, si ella
necio y desairado vuelve.
Yo vengo por un retrato,
y aunque un original lleve,
que vale más, volveré
desairada; y así, déme
Vuestra Alteza ese retrato,
que sin él no he de volverme.

ASTOLFO:
¿pues cómo, si no he darle,
le has de llevar?

ROSAURA:
desta suerte.
Suéltale ingrato (Trata de quitársele.)

ASTOLFO:
Es en vano.

ROSAURA:
! Vive Dios, que no hay de verse
en manos de otra mujer!

ASTOLFO:
terrible estás.

ROSAURA:
Y tu eleve.

ASTOLFO:
Ya basta, Rosaura mía.

ROSAURA:
¿Yo tuya? Villano, mientes.

(Están asidos ambos del retrato.)