Buenas noches Lú:, Blog de notas y últimas palabras

Buenas noches Lú:
vivir en un pueblo es una gozada por muchas razones. No es que desconectes, es que en cuanto sales al campo te olvidas de todo. Esta tarde, otra vez buscando setas, subiendo cuestas y casi al final del paseo, hoy no, pero ayer si, fui a mi huerto de Rabé que es solamente de frutales. No hay agua cerca, por lo tanto no se puede regar. Pero lo que me gusta es que está como una selva. Crecen, al lado de los árboles, tallos de los mismos. Si no los cortásemos en poco tiempo no podrías ni pasar. Los guindos y los membrillares son los que mas proliferan, seguidos de los ciruelos. También en los almendros pasa eso. Han nacido varios al lado de los que plantamos.
Sin embargo en este huerto los perales no se han dado. Porque no encontraron veta húmeda o porque el terreno no es apto para esa clase de árboles.
Viendo y observando se aprende mucho.
Tengo tomillo silvestre que le queda ya poco para florecer, en cuanto esté florido lo corto y luego tengo para todo el año. Para los catarros, sobre todo, pero tiene muchas más utilidades. Es bueno para los nervios y para otras enfermedades.
Y como condimento para las comidas va muy bien.
En el asado de cordero lechazo me gusta ponerle un poco porque a mi es una carne que me repite y con el tomillo no.
En todos los platos de caza, e incluso en el pollo y en el conejo.
Aquí también tengo romero y un laurel, que le costó mucho agarrar, y si las temperaturas son muy bajas se hiela pero luego retoña. Otra cosa importante, por ejemplo en el laurel es que recuerda -si se hiela, con el tiempo también se acostumbra al hielo. Las plantas también se adaptan al clima.
Curiosos son los manzanos de reinetas, muy tardíos porque es la raza así. Hay muchos manzanos que tienen las flores muy tempranas pero estos míos todavía no están demasiado floridos. Cuanto mas tarden menos peligro de helarse sus flores.
En el mismo huerto tengo endrinos que han nacido solos y les pasa lo mismo que a los ciruelos, guindos y membrillos que se ponen a tope.
Pero el membrillar pocos años tiene muchos membrillos, pues imagino que será porque sus flores son sumamente delicadas.
Así cada paseo, fijándote, es como una clase de botánica. Se aprende mucho observando la naturaleza.

foto: el huerto desde el membrillo. Los cipreses que se ven al fondo son los del cementerio que está cruzando el camino pero como son tan altos resaltan a lo lejos.
El huerto de hortalizas lo tenemos en Tardajos. Y ahí, sin sembrarlo ha nacido un árbol de nectarinas que este año no tiene apenas pero el año pasado tuvo unos cien frutos.
Aquí se me ocurrió poner orégano y manzanilla. Todas las noches me tomo una infusión de manzanilla con tila y me ayuda a conciliar el sueño. Hablando de sueño, te voy a dejar porque ya estoy cansada.
Besos Lú y buenas noches