Buenas noches Lú:
por fin me senté por circunstancias que no vienen al caso. Mucho ajetreo esta tarde en Burgos, recogiendo la manzanilla, la casa... pero hoy todavía no tengo sueño.
Por cierto que he cogido tres fresas en el huerto y me he acordado de las que me enseñaste. No tenemos muchas pero ahora empiezan aquí en la huerta.
Si los manantiales nos esperaban allí. Mi abuela nos mandaba a primera hora a uno muy especial y a mi me gustaba complacerla porque me lo pasaba muy bien por el camino oliendo a espliego, romero y viendo muchas mariposas de colores o flores silvestres, también. Había camino entonces, y ahora han crecido todas las aliagas, zarzas, matorrales y el camino se ha perdido y está impracticable como pude comprobar el año pasado. Imposible caminar por allí ya. A ver este año si con pantalones largos y zapatillas puedo indagar a ver que ha sido del manantial pues hace unos años estaba seco. Cosas de la naturaleza que si no la necesitas se evapora o haya alguna explicación lógica pero la desconozco. Se llamaba el Cañizarejo.

Y lo de la arenas movedizas solo pasaba en los sueños, al menos en mi caso, pero por haber visto películas y luego por la noche los barrizales te atrapaban, o te perseguían los indios, o miles de peligros. En cuanto te despertabas respirabas y veías que nada de eso sucedía. ¡Qué pesadillas algunas veces!
Besos Lu