Carmen y Lú, he leído vuestra conversación sobre botánica. Yo también soy una amante del campo, pues mis raíces parten de un pueblecito rodeado de huertos en la vega, y de olivos en la falda de la sierra. Aquí os mando un poema de un almendro. Un saludo
EL ALMENDRO
Almendro de mi ventana
que en el invierno floreces,
desafiando a los hielos
con florecilla impaciente.
Almendro de mi ventana,
fuerte se hizo tu tronco
fuerte se hicieron tus ramas
y el esplendor de tus hojas
dieron la sombra a mi casa.
Y cuando llega el verano
a los sentidos regalas,
el fruto de terciopelo
con tono verde esmeralda,
que los sentidos aprecian
la plenitud de tu planta.
Porque creciendo en silencio
frente al sol en la fachada,
nos alegraste la vista
aún siendo tu almendra amarga.
EL ALMENDRO
Almendro de mi ventana
que en el invierno floreces,
desafiando a los hielos
con florecilla impaciente.
Almendro de mi ventana,
fuerte se hizo tu tronco
fuerte se hicieron tus ramas
y el esplendor de tus hojas
dieron la sombra a mi casa.
Y cuando llega el verano
a los sentidos regalas,
el fruto de terciopelo
con tono verde esmeralda,
que los sentidos aprecian
la plenitud de tu planta.
Porque creciendo en silencio
frente al sol en la fachada,
nos alegraste la vista
aún siendo tu almendra amarga.