Estrella:, Burgos

Estrella:

no sabe cómo me ha gustado. A mi también me pasaba que me entretenía con una mosca, conmigo misma, con mis muñecos, niña y niño; con mis hermanos. Hasta con el haz de luz que entraba por el hueco de la cortina que parecían moléculas brillantes de luz. Me daba cuenta que si no había luz, los puntitos no se movían no se veían, y estaban, pero eran invisibles. Al penetrar por una rendija refulgían como si de estrellas diminutas se tratase. ¡Qué ratos! Me tumbaba en la cama y a verlos volar.
Hasta en un colegio horroroso, el agua se reflejaba en el techo, y me encantaba, porque parecían peces de colores. Yo sabía que era agua, pero me daba lo mismo, para mi, eran peces auténticos. Que estaba hasta las narices de un profesor inútil, que no sabía ni tratar a la gente. Lo único que sabía era pegar, tuvieras culpa o no.

Casualmente hoy, en el supermercado, he visto membrillo de colores. ¡Es una manera de regresar al pasado! Mi madre me compraba lo que le pedía cuando íbamos al mercado de Vallecas. Que si membrillo de colores, una manzana roja, una berenjena en vinagre o una maceta de margaritas, si tenía que hacer un dibujo para el profesor del instituto, que nos quería mucho a mi amiga y a mi. En fin, que hoy, he vuelto al pasado, gracias a tu cuento, gracias al membrillo de colores, y a este rato.

Llueve en Burgos hoy y me imagino cómo estarán las tierras a rabiar de agua. ¡Estaban ya tan secas! Los pájaros son muy listos, ayer me pasé un rato persiguiéndolos hasta hacerles unas fotos. Al final, me burlaron y les dije, "iros, que ya tengo bastantes". Los pillé que fue lo bueno cuando parecía que estaban reuniéndose para irse todos juntos a saber dónde. Me lo paso muy bien allá donde se me ocurre ir.