Siento mucho haber tardado tanto en contestar querido amigo virtual. Los que tenemos tantas y tantas cosas que hacer somos muy afortunados. Hay quien se levanta aburrido, sin tener en la mente mas que el desánimo, el desaliento, la pena, la incertidumbre, y eso mata lentamente. Cuando hay otros caminos, cuando hay mucho que hacer, por pequeño que sea. Como si es fijarse en una abeja, un cardo, una planta que de pronto se despierta a la vida sin saber por qué y lucha por su existencia.
Después de haber escrito tanto, tuve que hacer una meditación profunda, explorar nuevos caminos sin irme a ninguna parte. También he viajado, cerca y lejos. En el modo virtual y en el modo real. Viajar a los lugares de mi infancia en la época actual, y viajar hacia el presente, en la real. Y cuando vuelves valoras mas todo lo que te rodea. Añoras lo que fue y no es. A veces, en peligro, y hay que denunciar, exponer, clarificar, exigir, y proteger aún desde la distancia. Animar, y entristecerse por noticias que causan horror.