Antes de adentrarme en el Paseo de la Isla, y como este poemario mío lo inicié con una "S" de suave, "A Orillas del Arlanzón"; y me vi obligada a escribir otro, y ponerle una "R" de razón, de rabia, de mucho rostro como tuvieron algunos, que se llama "Arlanzón, Fuentes y Vega, ¿Adiós? ", por necesidad ante tanto infortunio de nuestra naturaleza en cuanto pusieron los madrileños sus pies aquí. ¡De MADRID, tenían que ser!
Pues veréis, dos poemas estaba yo tan tranquila escribiendo, donde todo era paz y sosiego, hasta que irrumpieron los madrileños de Sufisa en el "Paraje de San Antón " (que lo compró Burgos, y despreció su nombre verdadero, poniéndole, "la Cuesta" de Burgos) Y claro el santo se enfadó, y montó una trifulca buena. Ellos, tan religiosos de toda la vida, y vienen a Tardajos y pasan de todos los santos, en especial de este tan suyo.
Y mas, viviendo aquí en Tardajos, en la parroquia "Nuestra Señora de la Asunción", La Virgen de las Aguas, gótica y preciosa Virgen. Menuda historia y menuda Virgen la nuestra.