No sé porqué creí que este homenaje y nombramiento...

No sé porqué creí que este homenaje y nombramiento de hijo predilecto- que es el segundo; pues el primero fue a Honorato Manrique, que también se le dedicó plaza y placa- iba a significar un cambio, que todo iba a mejorar, pues las expectativas eran buenas, en apariencia; por lo bajo, nada de eso, como fui capaz de comprobar.

La verdad es que no puedo llegar a comprender cómo me pusieron a mí a ordenar todo ese desbarajuste y cómo iba a cambiar mi punto de vista totalmente, en cuanto tuve contacto con la realidad. ¿Es que no conocían cómo era yo, qué no había dado muestras de ser persona íntegra, en cantidad de detalles de todas mis actividades que había realizado hasta el momento?

Tendría que haber sido otra que no fuera yo, para haber pasado la vista gorda por todos los chanchullos. Pero no pude callarme, y no me callaba cada vez que veía una ruindad más.

Y soy yo la que no comprendo, cómo una persona entra en un ayuntamiento con unos ideales, y rápidamente, le "comen el coco!", y le hacen un lavado de ideas. Y ni uno, ni dos, ni tres; casi todos claudicaron y el que no, lo hicieron claudicar.

¿Era un genio para ser capaz de ganarse las voluntades de todos, o es que la gente se deja convencer, a la mínima de cambio, en cuanto le ofrecen alguna milonga.? Porque de verdad, es que mirando por lo que se dejaban convencer con todo lo que hubo encima de la mesa... - y lo poco que les lució a los que se mojaron- pero eso sí que dio de si para buscar la ruina de un pueblo - que parece que todavía ni lo reconoce. No entiendo cómo puede haber gente tan ciega o tan apática, o que no le importe lo que pasa.

De todas formas mi poema sigue vigente y quién sabe si algún día todo cambia.

La esperanza es lo último que se pierde.