CAREMEN. Antes de proseguir con la pesca en ríos, te diré que también abundaban las ranas. Eran tantas que saltaban por todos los charcos, presas y ríos. No las hacíamos caso, excepto cuando pescábamos cangrejos con reteles, había tantas que en un momento pescabas a mano las ranas necesarias para poner de cebo en los reteles. La rana muerta y despellejada era uno de los alimentos más agradable para los cangrejos. Cuando no tenía prisa -que nunca la tenía-, me entretenía pescando ranas con la caña. Ponía un anzuelo pequeño y un cebo (gusarapa u otros alimentos que hay en el río para los peces), había que tener cierta habilidad y acercar lo más posible el anzuelo a la boca de la rana, movías un poco la caña y la rana se tiraba a comer, tragando el anzuelo. En La Bañeza (León) cogían las ranas y los restaurantes te ponían las ancas bien preparadas. Las probé un par de veces, no están mal. Ahora, en mi pueblo y alrededores, no creo que existan ranas, como máximo UNA DOCENA... No hay ranas.
Otra especie que convivían con los peces eran las culebras. Había muchas, raro era el día que no veías unas cuantas. No eran venenosas, lo peor era el susto que te daban. ¡Cuántas veces veíamos a una culebra llevar en la boca una trucha! Se tiraban a las truchas. La explicación podría estar en que se mantenían en un mismo sitio nadando suavemente, paradas, llegaba la culebra y trucha que pescaba.
Mañana más.
Otra especie que convivían con los peces eran las culebras. Había muchas, raro era el día que no veías unas cuantas. No eran venenosas, lo peor era el susto que te daban. ¡Cuántas veces veíamos a una culebra llevar en la boca una trucha! Se tiraban a las truchas. La explicación podría estar en que se mantenían en un mismo sitio nadando suavemente, paradas, llegaba la culebra y trucha que pescaba.
Mañana más.