ROSA DE CAPUCHINOS
Qué bonita, ni pintada por los pinceles de Murillo.
Que carita, envidia por el coral de los zarcillos
La niña como un jilguero por calles y plazas pregonando flores.
Los hombres a retortero bebían sus vientos con ansias de amores.
Y una noche de la cruz de Mayo entró en un corral. ... (ver texto completo)
Qué bonita, ni pintada por los pinceles de Murillo.
Que carita, envidia por el coral de los zarcillos
La niña como un jilguero por calles y plazas pregonando flores.
Los hombres a retortero bebían sus vientos con ansias de amores.
Y una noche de la cruz de Mayo entró en un corral. ... (ver texto completo)