MARI. JAAAAAAAAAAAAAAAAA. JAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
¿Mis hijos? De vez en cuando les pregunto algo y sabes qué respuesta me dan: NO ME DES LA VARA. Ellos navegan de maravilla por el
ordenador. Cuando algo va mal les pregunto. Respuesta... ¡Qué habrás hecho! JAAAAAAAAAA, menuda ayuda tengo. Lo poco que sé es de mi cosecha particular.
Mira, voy a empezar, pasito a pasito y lo haré. Ya no sé dónde tengo tus instrucciones. Mis hijos, ¡Ay, qué bueno... parece un
chiste!