LA BICICLETA...

LA BICICLETA

¡Pensar que un camino a bicicleta de Luis Marquina un día me devolvió mi tierra de golpe!
En tierras de Burgos, abro el periódico y me encuentro con Ciruelos del Pinar que dice que es un punto del Camino del Cid. No pude contener mi emoción al ver que la confianza que yo tenía en ese pueblo era importante para muchos también. Comprendí que esa gente fuese generosa y buena por su procedencia y por su propia manera de ser.
Y hoy me viene a la memoria la bicicleta de una amiga en la que aprendí a montar. Me dejaba algunos ratos conducirla y enseguida supe hacerlo. No tenía bicicleta apropiada a mi tamaño. Solo la bicicleta de mi padre que no podía usar por lo grande que era y lo pequeña que era yo.
Y tuvieron que pasar muchos años, y pasaron.
Ya no volví a Ciruelos sino a Ablanque, mi pueblo de procedencia; pero seguía sin bicicleta. Y bueno, me dije. Creo que ya he crecido y a lo mejor... Pues sí, me fui al desván y busqué la bicicleta de mi padre. Esa que no pude conducir de niña. Era muy incómoda, tenía barra y yo tampoco es que fuese tan alta, pero no tenía otra.
- ¡Pero dónde vas con esa bicicleta, si te vas a matar con ella!
Pero no me maté. La conduje aquel verano de vuelta a mi pueblo. ¡Hice tantas cosas aquel verano que todavía me asombro de mi y de mi destino!
No era nada cómoda mi bici resinera, la bici de mi padre, pero no tenía otra y mi mayor ilusión era conducir una bicicleta. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que llevaba una prestada en la que aprendí en Ciruelos del Pinar (la de mi amiga valenciana) pero para mi asombro, no se me había olvidado llevarla.
Solo recuerdo, que tenía que tener mucho cuidado al bajarme y al subir a ella pero durante el trayecto era la bicicleta de mis sueños. Y con los ojos puestos en la realidad, porque empezar y parar era lo difícil.
En cuanto tuve oportunidad me compré yo misma la que necesitaba. Una BH azul. Y aquella ya si estuvo a mi altura y a mi. Ya siempre he procurado llevar una bici lo más cómoda posible, funcional y adaptada a mis propias necesidades.
O sea, una bici de paseo.
Las bicis de marchas me parecen muy pesadas, y si de verdad quiero ir rápido, voy en coche que se avanza más. Siempre sorteando los obstáculos que ya he comprobado que los hay. Algunas veces esos obstáculos te impiden ir a la velocidad óptima porque lo que importa es la seguridad, no que tengas la razón solamente.
Si no puedes frenar a tiempo, por mucha razón que lleves, puedes tener un golpe serio. En la carretera hay mucha gente que cree solo en las razones y luego ocurren accidentes. las normas de tráfico están para cumplirlas. El que no las cumple, o provoca un accidente, o impide que los demás vayan a la velocidad adecuada. Porque es que ellos (en general) son más rápidos y conducen mejor.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
ELEGÍA A UNA BICICLETA. Puede ser un título. Un saludo.