LA VIOLENCIA DEL «PROCÉS»...

LA VIOLENCIA DEL «PROCÉS»

Los Jordis y el 7º de Caballería.

Álvaro Martínez.

Actualizado:

06/05/2019 23:52h.

Ni con el Séptimo de Caballería podrían haber entrado los Mossos en la Consejería de Economía de la Generalitat aquel 20 de septiembre en que comenzó la fase violenta del «procés», que culminaría con la declaración de independencia también por las bravas. Así lo declaró ayer el jefe de los antidisturbios de la Policía autonómica en el Tribunal Supremo, donde, visto su relato, parece que le hubiera llevado como testigo la Fiscalía y no las defensas. Lanzamiento de botellas, insultos, hostilidad, intransigencia de uno de los Jordis (Sànchez) que andaba allí «altivo y prepotente» dirigiendo el cotarro, en contacto con la autoridad. «Largaos de aquí, esto que estáis haciendo no es lo que hemos acordado», le dijo Sànchez, ese Gandhi de todo cien, que amenazó al mando policial con llamar a Puigdemont, ya ves tú qué primo de Zumosol.

El testimonio del agente revela por tanto que el golpe empezó antes de la declaración de independencia y sobre todo que los Jordis, por ejemplo, se habían erigido en poder callejero, con hilo directo con los cabecillas de la Generalitat. Realmente mandaban en ese embrión de la república, fingiendo eso sí el mismo pacifismo impostado que ahora tratan de llevar al Supremo, pintando aquella jornada de furia como una pacífica reunión de budistas en trance meditativo, con meriendilla incluida para matar el hambre, en medio de un ambiente parecido al de un cumpleaños infantil en una piscina de bolas.

Pues no, según el jefe de los antidisturbio de los Mossos «hubo lanzamiento de botellas y objetos, la presión de los ciudadanos hacía que el cordón venza, la gente empieza a abuchearnos. Cuando impactó una botella me salí del cordón y le dije a mi superior que no podíamos acceder. Los de las primeras filas daban golpes y empujones...». Ya no hay más preguntas, señoría. Un alto mando de los Mossos ha corroborado el testimonio de los guardias civiles sobre aquel asedio del 20-S que terminó con la secretaria judicial evacuada por la azotea para eludir a la turba. Era el mosso de ayer testigo de las defensas pero ha terminado por aportar el grano de arena que le faltaba a la Fiscalía para apuntalar que en el «procés» hubo episodios de rebelión violenta, con la masa lanzada como ariete, una herramienta más de los rebeldes, para impedir el cumplimiento de la ley.

Dijo ayer el agente que ni con el Séptimo de Caballería habrían entrado... No, era imposible con la tribu «indepe» haciendo el indio y los Jordi, con mando en plaza, disfrazados de Toro Sentado encima del Patrol de la Guardia Civil.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe.