Para ESPAÑOL
Veo que mezclas ajos con cebollas. ¡Ojo, no te estoy llevando la contraria! solo digo que si bien se pueden mezclar ajos con cebollas nunca tendrán buena mezcla el agua y el aceite.
Democracia, como tu bien sabes, es una palabra griega que significa que el poder está en el pueblo, y por lo tanto las leyes emanan del pueblo.
Pero ésto, mi respetado amigo, no puede ser.
Aun en el mejor de los casos habría que aunar todos los criterios para formar una ley, de lo contrario la convivencia sería algo así como un infierno, pues cada maestrillo tendría su librillo".
La mujer, al igual que el hombre, tiene ciertos derechos inviolables. Lo demás son deseos personales, pero no derechos.
La mujer tiene el derecho sagrado e inviolable de ser amada, de ser respetada, de ser igual al hombre y de no ser maltratada ni tenida como un ser secundario.
La mujer, si bien nos paramos a observarlo, es muy superior al hombre. Es superior en cuanto a su maternidad, en cuanto a su valor, en cuanto a su abnegación, en cuanto a su sabiduría y en muchas cosas más.
El hombre el llamado sexo fuerte está supeditado en todo a la mujer.
Estos derechos los tiene la mujer por naturaleza, aunque los hombres muchas veces se los negamos e incluso abusamos de su ternura y violamos su grandeza.
Pero en cada uno de estos derechos también tiene sus deberes. No hay derecho sin deber.
El derecho a ser madre conlleva el de ayudar a una vida que lleva en su seno a desarrollarse normalmente. El derecho a ser esposa conlleva el deber de ser fiel. Lo mismo tiene ese deber su marido. El derecho a ser amada conlleva el deber de amar.
Te advierto que si supiésemos cumplir con nuestros derechos y deberes el mundo sería un Paraíso. Pero somos precisamente los humanos los que destruimos el verdadero amor por un placer morboso. Y toda violación conlleva después estas consecuencias.
Si todos fuésemos respetuosos con nosotros mismos y con el sexo opuesto no habría necesidad de abortos. Pero ya ves. Ni nos respetamos ni respetamos ¿que podemos pedir si no damos?
Venga, un respetuoso saludo. Ya sabes, siempre te leo porque me agrada leerte.
Veo que mezclas ajos con cebollas. ¡Ojo, no te estoy llevando la contraria! solo digo que si bien se pueden mezclar ajos con cebollas nunca tendrán buena mezcla el agua y el aceite.
Democracia, como tu bien sabes, es una palabra griega que significa que el poder está en el pueblo, y por lo tanto las leyes emanan del pueblo.
Pero ésto, mi respetado amigo, no puede ser.
Aun en el mejor de los casos habría que aunar todos los criterios para formar una ley, de lo contrario la convivencia sería algo así como un infierno, pues cada maestrillo tendría su librillo".
La mujer, al igual que el hombre, tiene ciertos derechos inviolables. Lo demás son deseos personales, pero no derechos.
La mujer tiene el derecho sagrado e inviolable de ser amada, de ser respetada, de ser igual al hombre y de no ser maltratada ni tenida como un ser secundario.
La mujer, si bien nos paramos a observarlo, es muy superior al hombre. Es superior en cuanto a su maternidad, en cuanto a su valor, en cuanto a su abnegación, en cuanto a su sabiduría y en muchas cosas más.
El hombre el llamado sexo fuerte está supeditado en todo a la mujer.
Estos derechos los tiene la mujer por naturaleza, aunque los hombres muchas veces se los negamos e incluso abusamos de su ternura y violamos su grandeza.
Pero en cada uno de estos derechos también tiene sus deberes. No hay derecho sin deber.
El derecho a ser madre conlleva el de ayudar a una vida que lleva en su seno a desarrollarse normalmente. El derecho a ser esposa conlleva el deber de ser fiel. Lo mismo tiene ese deber su marido. El derecho a ser amada conlleva el deber de amar.
Te advierto que si supiésemos cumplir con nuestros derechos y deberes el mundo sería un Paraíso. Pero somos precisamente los humanos los que destruimos el verdadero amor por un placer morboso. Y toda violación conlleva después estas consecuencias.
Si todos fuésemos respetuosos con nosotros mismos y con el sexo opuesto no habría necesidad de abortos. Pero ya ves. Ni nos respetamos ni respetamos ¿que podemos pedir si no damos?
Venga, un respetuoso saludo. Ya sabes, siempre te leo porque me agrada leerte.