Apreciado Ferisa: Que nuestras extremas discrepancias...

Apreciado Ferisa: Que nuestras extremas discrepancias en los criterios no alteren nuestra buena relación como blogueros. No somos enemigos, sino contertulios de visiones discrepantes. Verás que en algún momento uso la ironía; no lleva malicia, sino humor. Así también interpreto lo tuyo.
En tu exposición hay afirmaciones gratuitas y distorsionantes. Pensar que las conclusiones científicas están “contaminadas” por el nacional catolicismo de 40 años. O sea, que los científicos usan el catecismo para sus conclusiones de laboratorio. Además, esto se atribuye a todos los científicos, incluidos los extranjeros, pro vida, tanto los creyentes como los ateos (en ambos bandos hay muchos científicos pro vida). Cuando el Dr. Bernard Nathanson era abortista (llamado el Rey del aborto por presumir de haber intervenido en 75 mi abortos, incluido el de un hijo suyo), se le admiraba, y sus argumentos eran seguidos con los ojos cerrados. Cuando descubrió su grave error y llegó a hacerse entusiasta defensor de la vida, se le consideró despreciable de derechas. Lo que menos se consideró fueron sus argumentos, ni antes ni después.
Hay quienes demuestran una manía en atribuir la oposición al aborto a argumentos religiosos. NADA MÁS LEJOS. Los argumentos contra el aborto son previos y más hondos a toda concepción religiosa, y se expresan así en cualquier país del mundo, ateos incluidos. El dogmatismo laico y los prejuicios antirreligiosos están a la base de esa defensa a ultranza, que es la defensa de poderosos intereses económicos. Sabemos (se publican, aunque también hay mucho fraude) los datos de miles de millones que mueve el negocio de los abortorios, no sólo por los servicios prestados a las abortistas, sino por las secuelas hacia empresas cosméticas…
Tú hablas de “familia buena” “matrimonio bueno” y la contrapones a “familia mala” “Matrimonio malo” para luego hablar de lo moral y doctrinario (trabaja el subconsciente). Yo no hablo de familia/matrimonio bueno, sino de matrimonio verdadero. También
También dices: < Porque, lo fundamental, es el amor, y no el dogma.> Esto es como decir <Lo fundamental es el sol, no las matemáticas>. Tienes el subconsciente muy activo.
Tú, que eres tan contrario a los dogmas, enuncias el tuyo para luego hacer todas tus deducciones: < Partiendo del hecho que dios no existe> ¿Te lo ha revelado el antidiós? Esta afirmación, que no demuestras, es para ti el axioma fundamental de toda tu existencia. Luego viene un gazpacho de mensajes “anti” que parece que has emanado en momento de poca coherencia, pues no resisten la lógica. Haz una relectura serena (te la copio tal cual, con la sola corrección de los lapsus calami): <Partiendo del hecho que dios no existe, se puede entender que todo lo que a él se refiera, no es más que el pretexto a través del cual, estos emisarios pretenden imponer sus voluntades y poder, controlar a la sociedad a través del concepto de la familia, celestialmente concebida, y obligando el concepto a la obligatoriedad de procrear, obligar al amor a la concepción, y obligar al matrimonio a tener hijos, es decir, que los matrimonios celestialmente concebidos, que no procreen, no entran dentro de los parámetros de del concepto, siendo castigado con el fuego eterno, los amores que no procrean y las familias que no tiene hijos.
¿Y, el papel de los curas? sus andanzas sexuales, entran dentro de los dogmas y doctrinas, o son excepciones que confirman sus dictados.>
Veo que lo del “cuarto mes” te ha gustado. Lo habrás sacado de tus científicos asesores. Lo malo es que te desmientes al firmar que <su desarrollo, empieza a sentir, y a ser, como resultante de esa potencialidad que el propio esperma conlleva consigo>. Te puntualizo que donde dices esperma querrás decir embrión, pues el esperma desapareció en su fusión biológica con el óvulo (detalle sin importancia). Pero reconoces que lo que ocurre en el famoso “cuarto mes” no es más que resultante de una potencialidad que viene desde el inicio de la fecundación. Así pues, no hay cambio sustancial en los pasos de la mórula-embrión-feto, es el mismo niño es sus etapas evolutivas que continuarán aún después del nacimiento: el niño va formando la vista, capacitando su cerebro, desarrollando su capacidad generativa, etc. Es una línea recta, desde la fecundación hasta la muerte, en la que quedan enmarcados todos los procesos porque hay un desarrollo de las potencialidades. Todo esto no depende de la voluntad de la mujer, como no depende de nuestra voluntad el ritmo del corazón o la estructura del organismo.
Posiblemente me ausente de este blog otra larga temporada para atender mis asuntos personales.