Pobre Casado, frente a la tranquilidad y "clase" de Sánchez, se ve a un Casado fuera de sí, con un lenguaje que... vaya, vaya, vaya, y eso que las
encuestas le son favorables.
Entre las denuncias y los
viajes Bruselas, bastante tiene el
hombre, la verdad es que es para estar fuera de sí.