A una boda me invitaron
En el mes de Septiembre por cierto,
Era la novia tan bella
Y el novio tan caballero,
Que yo me quite el sombrero
En aquella boda concurrida.
Que derroche de belleza
Que elegancia de modelos,
Que guateque y que música,
Hasta bailo mi musa
Y tanta pasión puso en ello,
Que Yo también me enamoré
Y me puse a componer
Una divina canción,
Que llego el amanecer
En la cama, ella y yo
¡Que ilusión.!