María Antonia Iglesias era una
mujer que en todo lo que hacía ponía ALMA, CORAZÓN y VIDA.
Tanto CORAZÓN, que un día se le rompió, creo que su ALMA también subió al cielo un poco rota de dolor de ver tanta injusticia, podredumbre y miseria humana y mental.
María Antonia Iglesias era Católica y este hecho le hacía mucha gracia a ciertos indeseables tertulianos que estaban convencidos de que catolicismo y
socialismo son incompatibles.
María Antonia Iglesias vivió su VIDA privada y consiguió que fuera privada, no como otras periodistas que protagonizan portaditas de revistas, si no éllas sus nenas.
María Antonia Iglesias al llegar al cielo le habrá cantado las cuarenta a alguna que otra elementa, por ejemplo a Encarna Sánchez, que se dedicó varios años a ponerla verde cuando era responsable de informativos de R. T. V. E.... Y LE PREGUNTARÁ: ¿Bueno, al final, era puta o no era puta? (CON PERDÓN).
¡Ay, perdón, que Encarna Sánchez no está en el cielo!.
Feliz noche.