No recuerdo si habré mandado hace tiempo este relato, si es así perdonad. Como ahora se habla de los sentimientos sobre los perros me lo ha recordado. Este es de mi hijo, yo lo tengo en el verano, es muy noble y se les coge cariño.
Mi nombre es corso: soy flat-coater iba para perro guía pero me desecharon por ser demasiado cariñoso, me sentí muy desilusionado; ya me había hecho a la idea de ser útil a la sociedad, pero pensándolo bien ser perro guía es muy duro, no puedes distraerte durante las horas de trabajo.
Mi futuro era incierto hasta que mis cuidadores los que me tuvieron de pequeñito hasta que pasé al entrenamiento, se volvieron a hacer cargo de mi, con ellos me lo paso muy bien, me llevan a la casa de campo, a la sierra y hasta de vacaciones a un pueblo donde puedo correr a mis anchas y bañarme en las charcas asustando a las ranas.
Mis cuidadores andan todo el día de acá para allá, me dejan con otros amigos, el problema está a la vuelta, que no sé con quién quedarme o marcharme, me veo en un compromiso, como soy un perro listo me hacen hacer cosas, que si el dormido, rampar el uricato (son como niños) pero todo sea por tenerlos contentos y por la galletita de turno.
No penséis que no soy útil, una vez salvé a un viejecito de morir congelado (o casi) estábamos en casa, mi amiga Emma con un chisme que llaman ordenador y yo por ahí husmeando, cuando oigo que alguien pide ayuda, una voz que me resultaba conocida, ¡era el vecino que me acaricia cuando subimos en el ascensor ¡¿Qué le pasaría? Como las ventanas estaban cerradas por el frio (bajo cero decían) no le oían, con ladridos y aspavientos alerto a Emma que sale a la terraza y lo oye, nos hacemos con la llave que estaba en la portería y vamos al rescate.
Se había quedado encerrado en la terraza, estaba solo en casa y con poca ropa ¿Pobrecito como temblaba, que importante me sentí ¡ahí es nada ¡qué sensación más agradable ¡corso un héroe ¡todo eran felicitaciones para mí.
Dicen que ladro poco, pero ladrar por ladrar……como soy grandote si ladro asusto a los niños y eso no va conmigo lo mío es irme….. con el último que llega.
Mi nombre es corso: soy flat-coater iba para perro guía pero me desecharon por ser demasiado cariñoso, me sentí muy desilusionado; ya me había hecho a la idea de ser útil a la sociedad, pero pensándolo bien ser perro guía es muy duro, no puedes distraerte durante las horas de trabajo.
Mi futuro era incierto hasta que mis cuidadores los que me tuvieron de pequeñito hasta que pasé al entrenamiento, se volvieron a hacer cargo de mi, con ellos me lo paso muy bien, me llevan a la casa de campo, a la sierra y hasta de vacaciones a un pueblo donde puedo correr a mis anchas y bañarme en las charcas asustando a las ranas.
Mis cuidadores andan todo el día de acá para allá, me dejan con otros amigos, el problema está a la vuelta, que no sé con quién quedarme o marcharme, me veo en un compromiso, como soy un perro listo me hacen hacer cosas, que si el dormido, rampar el uricato (son como niños) pero todo sea por tenerlos contentos y por la galletita de turno.
No penséis que no soy útil, una vez salvé a un viejecito de morir congelado (o casi) estábamos en casa, mi amiga Emma con un chisme que llaman ordenador y yo por ahí husmeando, cuando oigo que alguien pide ayuda, una voz que me resultaba conocida, ¡era el vecino que me acaricia cuando subimos en el ascensor ¡¿Qué le pasaría? Como las ventanas estaban cerradas por el frio (bajo cero decían) no le oían, con ladridos y aspavientos alerto a Emma que sale a la terraza y lo oye, nos hacemos con la llave que estaba en la portería y vamos al rescate.
Se había quedado encerrado en la terraza, estaba solo en casa y con poca ropa ¿Pobrecito como temblaba, que importante me sentí ¡ahí es nada ¡qué sensación más agradable ¡corso un héroe ¡todo eran felicitaciones para mí.
Dicen que ladro poco, pero ladrar por ladrar……como soy grandote si ladro asusto a los niños y eso no va conmigo lo mío es irme….. con el último que llega.