A VISTA DE PÁJARO...

A VISTA DE PÁJARO
Estoy seguro que tú también habrás soñado alguna vez que volabas como si fueras un pájaro y habrás sentido una sensación maravillosa porque todo lo veías desde arriba como si tuvieses en tu mano el poder ir a cualquier lugar, el poder ver desde arriba todo lo que sucede e incluso el poder ayudar a alguien salvándole de algún peligro que tú ves antes que él.
El hombre desde los comienzos de la humanidad ha sentido ese deseo de poder cruzar el firmamento a vista de pájaro, de ahí los inventos que le han llevado a construir aparatos para conseguir ese fin, aunque fuera de forma artificial y un tanto ficticia, porque lo otro, lo soñado, lo real, eso amigo mío es otro cantar.
Existe el globo, el avión, el helicóptero, el ala delta, el parapente, pero volar, volar, solo lo pueden hacer los pájaros para eso fueron creados, para poder levantar el vuelo, subir hasta las nubes, sin ningún miedo, sin ningún temor, con la seguridad de que está controlado de que el vuelo iba a ser maravilloso y perfecto.
Lo nuestro, lo logrado por el hombre en este sentido es, cuanto más, el meterte en un artefacto sea helicóptero o un avión de pasajeros donde cientos de personas son transportadas a grandes distancias, y a una gran velocidad, no siempre exentos de un gran miedo y ciertamente con un máximo de seguridad, porque desde luego si somos honestos hemos de admitir que este es el medio de transporte más seguro aunque, eso sí, a muchísimas personas, incluido yo, no se nos puede quitar ese miedo exagerado a volar enlatado.
Nosotros quisiéramos volar libres como el viento, volar con nuestras propias alas, volar sin retrasos de aeropuertos a controles, volar, volar y volar, a otro lugar donde poder encontrar la felicidad deseada, esa que aquí cada día tenemos más difícil, más complicada, más escasa. Pero eso amigos míos es una utopía que solo los sueños, esos que nadie nos puede quitar, logran convertir en fugaz y fantasiosa realidad. Pues sigamos soñando.