OCHENTA Y CINCO AÑOS DE LA MUERTE DE DON ANTONIO MACHADO RUIZ.
Se van pasando los años
sin apenas darnos cuenta,
Machado subió peldaños
mientras el recuerdo aumenta.
Exiliado con su pena
de ver a España sangrando,
el exilio de condena
con su espíritu llorando.
Versos que se van volando
por los caminos del mundo,
con sentimientos clamando
al ver aquel tiempo absurdo.
Hoy su tumba tiene flores
que se llenan de leyendas,
recordando sus amores
hacen más bellas sus sendas.
Corazones machadianos
que recorren los caminos,
versos que llaman mundanos
pudiendo ser adivinos.
Un veintidós de febrero
Machado tuvo su muerte,
sus versos de cancionero
hoy parecen tener suerte.
Hoy sus versos imposibles
recorren el mundo entero,
como vientos invisibles
son parte del ROMANCERO.
No podemos olvidarle
ni llorar en sus senderos,
el recuerdo hay que llevarle
con sentimientos sinceros.
Machado dejó sus sombras
sin hablarnos de veneno,
hay huellas que hasta te asombras
al ver aquel hombre bueno.
G X Cantalapiedra.
22 – 2 – 2024.
Se van pasando los años
sin apenas darnos cuenta,
Machado subió peldaños
mientras el recuerdo aumenta.
Exiliado con su pena
de ver a España sangrando,
el exilio de condena
con su espíritu llorando.
Versos que se van volando
por los caminos del mundo,
con sentimientos clamando
al ver aquel tiempo absurdo.
Hoy su tumba tiene flores
que se llenan de leyendas,
recordando sus amores
hacen más bellas sus sendas.
Corazones machadianos
que recorren los caminos,
versos que llaman mundanos
pudiendo ser adivinos.
Un veintidós de febrero
Machado tuvo su muerte,
sus versos de cancionero
hoy parecen tener suerte.
Hoy sus versos imposibles
recorren el mundo entero,
como vientos invisibles
son parte del ROMANCERO.
No podemos olvidarle
ni llorar en sus senderos,
el recuerdo hay que llevarle
con sentimientos sinceros.
Machado dejó sus sombras
sin hablarnos de veneno,
hay huellas que hasta te asombras
al ver aquel hombre bueno.
G X Cantalapiedra.
22 – 2 – 2024.