LA GOMERA...

LA GOMERA
En un viaje de los que hemos hecho a las Islas Canarias, un día hicimos una excursión a la isla de la Gomera que nos sorprendió gratamente porque poco se habla de esta isla, considerada como pequeña, pero la realidad una vez constatada, in situ, es bien otra porque tiene un lugar muy destacado dentro del concierto insular y su atractivo turístico ya que ha sido considerada por la UNESCO Parque Natural por constituir un importante reserva de su fauna dentro de la cual se encuentran innumerables plantas, algunas de ellas en época de extinción, por lo cual el Parque se convierte en su protector y guardián conservando así tan extraordinario patrimonio.
Para llegar allí tuvimos que desplazarnos en autobús unos 100 Kilómetros y coger un trimarán que según nos indicó el guía es el más grande del mundo tiene una capacidad para unas 1200 personas y al mismo tiempo, según él, el más rápido, ambas peculiaridades las justificó diciendo que una vez terminado se comprobó que no era rentable para su explotación, por lo cual ya no se llagaron a construir mas embarcaciones iguales a esta.
Una vez en la isla de la Gomera visitamos en primer lugar su capital que es San Sebastián de la Gomera, isla descubierta por Colón en su viaje a América y que a la vuelta estuvo viviendo allí unos dos meses mientras esperaba la reparación de una de sus naves. Estuvimos viento la casa en la que estuvo alojado Colón y se nos dijo que durante su estancia inició unas relaciones amorosas con una amante del Rey Fernando el Católico que había sido enviada a la Gomera como destierro.
Hicimos después un recorrido de 30 Km por el parque con el autobús y comprobamos aquellos maravillosos paisajes y su exuberante vegetación que justifica que aquel paraje haya sido protegido por los organismos internacionales como un patrimonio de la humanidad.
Es curioso comprobar también que la islas tienen siempre un micro clima muy particular que te permite observar como en su recorrido, de norte a sur, puedes tener contacto con las cuatro estaciones primavera, verano, otoño e invierno en el mismo día.
Y ya para terminar hablaros del silbo gomero que era la forma de comunicarse que tenían los guanches, primitivos habitantes de las islas, consistía en unos silbidos muy particulares en los cuales imitaban casi a la perfección el habla humana. Nos hicieron una demostración en el restaurante donde comimos que nos impresionó porque efectivamente ellos se entendían perfectamente con sus silbidos y podríamos decir que este era su particular teléfono móvil hace ya más de mil años.