EL LLAMADO POZO DEL “TIO CACAGO”....

EL LLAMADO POZO DEL “TIO CACAGO”.
En la Carretera de Rodilana a La Seca, casi como a medio camino, existía un pozo con su caseta, donde el Tío Cacago se quitó su vida, arrojándose a dicho pozo, Este hombre obrero agrícola toda su vida, tuvo en sus manos cuando era obrero, un libro lleno de billetes de mil pesetas de entonces, de su antiguo jefe, que le perdió al estar mal de la memoria, este hombre honrado a tope devolvió ese libro con todo su dinero, a el dueño de dicho libro su patrón, pero como dice el refrán castellano, toda buena obra tiene su castigo, al poco tiempo de este percance, el hombre fue despedido, su edad era avanzada para aquellos años, y sin cobrar ninguna pensión como era entonces, cogió unas alforjas y se iba a pedir limosna por los pueblos de alrededor de La Seca, para no morirse de hambre, con la cruz a cuestas de la mendicidad, parece ser que al retorno de su lugar de vida que era La Seca, el hombre no había recaudado apenas comida ni dinero, y viéndose sin aliciente de querer vivir, decidió tirarse a dicho pozo, que desde entonces se le llamo el del “Tío Cacago”.
Cada vez qué pasábamos por allí, el recuerdo de aquel hombre nos hacia recordarle, sin jamás echarle la culpa de su suicidio, en aquellos años la pobreza de las personas mayores que no tenían propiedades era terrible, el trabajo no le podían realizar por falta de fuerza, y si los hijos si es que los tenían a veces económicamente estaban en la miseria, no les podían ayudar. Este hombre vivía con su hija, y creo que no la sobraba nada, Este Pozo y el nombre de ese hombre pasaron a la memoria colectiva de todos los emigrantes forzosos de esa Villa llamada La Seca, Cuna de emigrantes, y Cuna del Vino Verdejo. G X Cantalapiedra.