EL HOMBRE LLEGÓ BORRACHO...

EL HOMBRE LLEGÓ BORRACHO
Eran fechas de vacaciones, y el hombre despidiendo a sus compañeros de trabajo se pasó de bebida, celebraban la salida cada año de la rutina diaria, para cada cual elegir su destino, incluso alguno ni se marchaba a ningún sitio, se dedicaban a cuidar de su casa, y a poder pasear sin prisa, Más aquella tarde el alcohol hizo efecto en este hombre, y al llegar a su casa parecía temblarle todo el suelo, la calle se estrechaba y las casas parecía que le querían coger encima, era una borrachera sin freno, cuando llamó a su puerta al no encontrar su llave, a su esposa le parecía raro, más al verle con los ojos rojos y la voz que le temblaba, enseguida se dio cuenta que venía borracho, su esposa le ayudo a caminar esos pasos dentro de la casa, y le dejó caer como si fuera un saco de patatas encima de la cama, aunque no tardo en pedir una palancana y una toalla, todo el alcohol bebido y parte de la comida, se salió de su cuerpo disparado, mientras decía “me ha caído mal esta tarde la merienda”, no le había caído mal, solamente que hizo mezcla de bebidas alcohólicas con exceso, y termino borracho, pasó una noche muy mala, y al día siguiente la resaca le tenía mortificado. Su esposa le aguanto y trato de animarle para que pudiera salir de esa complicación momentánea. Una vez pasada la borrachera, el hombre comentaba a su esposa, “No volveré a beber más alcohol para que no me haga daño”. Todo parecía normal, pero una vez pasado ese día, la esposa le avisaba. “Si piensas llegar borracho a casa, me iré en casa de mis padres con nuestros hijos, y te quedaras solo en casa con tu merluza para que la duermas tranquilo, así que piénsatelo, yo no voy a aguantarte más borracheras. Ni ser tu enfermera de aliviar tus males. Tu piénsatelo que yo lo tengo muy claro”. Aquellas palabras sonaron como si fueran condenas, el hombre se metió en su cerebro lo que la vida le daba si por fatalidad tuviera otro mal trago con alguien conocido, tendría que pensárselo mucho, ya estaba avisado para no ser reincidente. G X Cantalapiedra.