Vaya bobada que corren por ahí, Ángel. Me alegro desde...

Sin hacer preguntas y con sus buenos 20 minutos de gloria se fueron a casa los periodistas Carlos Cuesta, María Claver y Albert Castillón, que aceptaron el encargo de leer el manifiesto —un catálogo de oprobios de Sánchez: de traiciones, humillaciones, chantajes, cesiones y puñaladas para arriba— cual militantes de relumbrón catódico. La foto final de familia con Rivera, Casado y Abascal juntos pero no revueltos como cuñados de morros por un problema de lindes de la finca de los mayores, puso punto final al asunto. ¿O será seguido? Bajo el escenario, el Nobel Mario Vargas Llosa parecía calibrar la situación con perfil enigmático. Se especuló hasta última hora con que fuera él el encargado de leer el comunicado y no consta si ese cáliz le fue siquiera ofrecido o fue rechazado gentilmente. Una lástima, en cualquier caso. Otra cosa no, pero ese sí que hubiera sido un relator internacional de campanillas.

CLARA. Te lo dedico. No es mío, me lo han enviado por guasá (o como leches se diga). Dice así: " ES CURIOSO QUE SIENDO UNA MANIFESTACIÓN DE LA ULTRADERECHA NO HA HABIDO NI UN SOLO DETENIDO, NI ALTERCADOS, NI ESCAPARATES ROTOS, NI POLICÍAS HERIDOS, NI CONTENEDORES QUEMADOS, NADIE ENCAPUCHADO, NI PAPELERAS ROTAS, TODO LO CONTRARIO DE LO QUE SUEL3E PASAR EN LAS BUENÍSIMAS PERSONAS DE LA IZQUIERDA. Con alguna excepción (esto lo digo yo).

Vaya bobada que corren por ahí, Ángel. Me alegro desde luego.

Estaban todos en lo suyo y lo que es de agradecer es que no haya habido contramanifesración. ¿Ves?
Maneras muy diferentes de ver las cosas, usando solo un poco la cabeza, hay para todo.
Saludos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Es que la derecha sabe usar muy bien la cabeza, no así tanto la izquierda, cada vez que salen a la calle lían la marimorena.
Clara ponen como modelo de bien hacer a la derecha, casi nada