AGUSTÍN. Esperanza Aguirre está entre la espada y la pared. La situación es muy tensa. ¿Sabía Esperanza todo lo que pasaba a su alrededor? Si lo sabía, malo y si no lo sabía, peor.
Un saludo.
Un saludo.
Aguirre está en el mismo sitio y con los mismos problemas que hace tres años; si ella hubiera ejercido sus obligaciones como presidenta cuando el campo de golf, es posible que hoy no tuviera que marcharse de la forma que lo hará. Anda que, si hubiera sido alcaldesa de Madrid... A engordar la marca España... junto a Rato.
Saludos
Saludos