Muchos, -ya en el último otoño- pensamos que no estamos...

Muchos, -ya en el último otoño- pensamos que no estamos en este mundo por capricho. Y, que, demasiados, se encontraron con un largo viaje y retorcido.
Pero si queréis hoy hablamos de las nanas, leves y de crepúsculos, desde esta nuestra breve morada.
Si queréis, si estáis de acuerdo conmigo, hablo de mí y de los otros, los que al final, se les reservo un rincón de recuerdos heridos.
Veréis, hasta llegar aquí encontré multitud de enredaderas, que se me enredaron al alma como cadenas de hierro.
Veréis, hoy están conmigo, dos personas, que no dudo, robarán u día feliz a la vida., solo porque los solos, solos se les deja al final de su camino.
Y hablábamos hace un poco, hace solo unos minutos, de los árboles jóvenes, con su verdor de alegría y que al pasar de los años tal vez se vistan, como estas señoras, que ayer, yo, ni tan siquiera sabía que existían: Hoy existen. igual que vosotros en alguna parte de la geografía.
Estas dos personas, cargadas d años y de historia, están a mis espaldas, charlan y ríen, y a veces cuentan lo solas que están desde que su compañero, de tristes sendas y unas pocas alegrías, se fue para siempre.
Tenía que hablar hoy de mi y de ellas, y hasta pienso en vosotros (de esto que escriba y comparta) y en mí, a sabiendas que en mucho tenemos vidas paralelas. Una de ellas (cerca de los 90 las dos) le gusta lo que escribo, le copiaré esto, y otras historias, vividas, y, se que cuando vuelva, a su rincón me dirá: "Juan, parece como si adivinaras mi vida: he reído y llorado de alegría"
Y termino diciendo: " mi estimada amiga, estamos en un mundo perverso (se lo repito) en un mundo de indiferencia, donde a cada segundo mueren niños.
También hacemos a veces la ruta de cuando el primer amor...! Como brillan los ojos cansados!! Como brillan los que saben llorar desde el alama!
Saludos.