Tierno Galván era agnóstico. Siendo alcalde intentaron...

Tierno Galván era agnóstico. Siendo alcalde intentaron quitar el crucifijo de su despacho, a lo que respondió:
"La contemplación de un hombre justo que murió por los demás no molesta a nadie. Déjenlo donde está.”.

Una buena reflexión.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
ROSALÍ. Pues sí, buena reflexión.

Un saludo.