CUENTAN ALGUNAS LEYENDAS
“LA LEYENDA DEL USURERO QUE SE LE ROMPIÓ EL SACO”, al intentar meter más grano que tenía de capacidad dicho saco. Aquel hombre que todo le parecía poco, en su camino de querer ser un rico usurero, caminaba buscando intereses sobre su tierra, y día a día trataba de tener más producción, incluso arrebatando a sus vecinos linderos sus propiedades. Cuando podía trataba de llenarse hasta los bolsillos, el grano de sus vecinos, y en su era, todo lo que caía era de su propiedad, así soñaba con ser el más rico del cementerio de su pueblo, Un día de verano, tenía en su era unos garbanzos cribados, y para que no se quedaran en dicho lugar por la noche, temiendo que le podían hacer lo mismo que el practicaba, lleno su saco de garbanzos, y trato de rellenarle hasta pisándole para que cogieran todos, pero de ahí le viene el tema, según echo el saco sobre su mula, parece que medio reventó del peso, aunque él no se diera cuenta, por el camino empezó a perder garbanzos, y cuando llegó a su casa, el saco estaba casi vacío, el hombre usurero despotrico, pegando a su mula, por no haberle avisado de dicha perdida. y los vecinos se mofaban de él, al ver su avaricia cotidiana, su egoísmo con los demás vecinos, y su poca humanidad ante la vida. El avariento se marchó a la cama sin cenar, y su esposa, le dijo, te está bien empleado, eres un egoísta en todo, hasta los besos que me das quieres cobrármelos, serás por siempre un machista intolerante, un soñador de riquezas, que tan solo lograras que te humille tu torpeza. Y es probable que seas el rico del cementerio, pero nadie te dará la mano cuando llegue la hora de tu muerte, incluso no lloraremos por ti nadie, eres un indeseable. El avaro desde su cama, quería contestar, pero su esposa, casi su esclava. No le dejó sacar sus malos modos de su garganta avariciosa. Y seguro que su mula y demás animales a los que maltrataba, agradecieron tan bonita lección, de aquella mujer sufridora, que ni tener hijos con el avariento pudo. “LA AVARICIA ROMPE EL SACO”. Que lo tengan en cuenta algunos politiquill@s, y se aprenda el cuento. G X Cantalapiedra. 15 – 3 – 2021.
“LA LEYENDA DEL USURERO QUE SE LE ROMPIÓ EL SACO”, al intentar meter más grano que tenía de capacidad dicho saco. Aquel hombre que todo le parecía poco, en su camino de querer ser un rico usurero, caminaba buscando intereses sobre su tierra, y día a día trataba de tener más producción, incluso arrebatando a sus vecinos linderos sus propiedades. Cuando podía trataba de llenarse hasta los bolsillos, el grano de sus vecinos, y en su era, todo lo que caía era de su propiedad, así soñaba con ser el más rico del cementerio de su pueblo, Un día de verano, tenía en su era unos garbanzos cribados, y para que no se quedaran en dicho lugar por la noche, temiendo que le podían hacer lo mismo que el practicaba, lleno su saco de garbanzos, y trato de rellenarle hasta pisándole para que cogieran todos, pero de ahí le viene el tema, según echo el saco sobre su mula, parece que medio reventó del peso, aunque él no se diera cuenta, por el camino empezó a perder garbanzos, y cuando llegó a su casa, el saco estaba casi vacío, el hombre usurero despotrico, pegando a su mula, por no haberle avisado de dicha perdida. y los vecinos se mofaban de él, al ver su avaricia cotidiana, su egoísmo con los demás vecinos, y su poca humanidad ante la vida. El avariento se marchó a la cama sin cenar, y su esposa, le dijo, te está bien empleado, eres un egoísta en todo, hasta los besos que me das quieres cobrármelos, serás por siempre un machista intolerante, un soñador de riquezas, que tan solo lograras que te humille tu torpeza. Y es probable que seas el rico del cementerio, pero nadie te dará la mano cuando llegue la hora de tu muerte, incluso no lloraremos por ti nadie, eres un indeseable. El avaro desde su cama, quería contestar, pero su esposa, casi su esclava. No le dejó sacar sus malos modos de su garganta avariciosa. Y seguro que su mula y demás animales a los que maltrataba, agradecieron tan bonita lección, de aquella mujer sufridora, que ni tener hijos con el avariento pudo. “LA AVARICIA ROMPE EL SACO”. Que lo tengan en cuenta algunos politiquill@s, y se aprenda el cuento. G X Cantalapiedra. 15 – 3 – 2021.