Luis del Val...

Luis del Val

No hay persona más indomable que una viuda ante el cadáver de su marido, y más vale que la dejéis tranquila, que no la provoquéis con medallas, que no intentéis aparentar un dolor que es falso y nunca llegará a ese desgarro, que parece atravesar sus entrañas, y que sólo puede expresarse en un sollozo, en un gemido, en unos dientes apretados por la rabia, o en una mirada que, si la provocáis, brillarán de furia y desafío, porque esa vacua ceremonia no devuelve la vida, no alivia la congoja, ni borra el desconsuelo, ni los honores y condecoraciones impedirán que esa mujer tenga que sacar adelante a sus dos hijos pequeños, con la ridícula pensión de 600 euros mensuales, que es como en España se paga a los héroes, aunque no quieran serlo.