El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego...

El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que la llamen.

El orgullo de los pequeños consiste en hablar siempre de sí mismos; el de los grandes en no hablar nunca.

la educación es un seguro para la vida y un pasaporte para la eternidad.

No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es el destino.

Aseguro que sí todos los hombres supiesen lo que hablan los unos de los otros, no habría cuatro amigos en el mundo.

Más vale dominar los trabajos que ser dominado por ellos.