Tampoco a cambiado de antes a ahora:...

REPASANDO NUESTRA RECIENTE HISTORIA.

En 1958 la Sección Femenina de la Falange hizo públicas unas recomendaciones expresas y de obligatorio cumplimiento para las mujeres casadas sobre el trato que deberían mantener con sus maridos:
– Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle.
– Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos.
– Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti.
– No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad.
– Recuerda que es el amo de la casa.
– Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente.
– Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
– Ofrécete a quitarle los zapatos.
Todo ello pensando en el bienestar de la familia, aparte del cumplimiento estricto de sus obligaciones religiosas.

Tampoco a cambiado de antes a ahora:

Saludar con una sonrisa a tu pareja y demostrar tu deseo de complacerla es el principio de toda pareja.
Escuchar, dejar hablar y tener la suficiente empatía para saber lo que es importante para el otro y lo que es importante para ti es el primer paso para la sinceridad.
Nadie se queja de que su pareja o sus amigos lleguen tarde porque todos tenemos móvil y que tu pareja tenga su propia vida privada es de recibo.
Si conoces a tu pareja no necesitas pedir explicaciones, sabes de sus dudas, de sus miedos y de su integridad tanto como ella de ti.
A cambiado (lo reconozco) el concepto "casa" que ahora es un lugar físico, el concepto hogar se adquiere alegremente y sin buscarlo cuando el concepto pareja se consolida y normalmente las parejas comparten aficiones (unas mas y otras menos) pero las comparten.
Quítale los zapatos, acaríciala mientras ves la tele en el sofá, vete con tu pareja de compras juntos el día de san Valentín a una zapateria a por zapatos de tacón y pantuflas.

Todo ello esta pensado por el bien estar de LA PAREJA, lo de la religión de la pareja puede ser una afición mas o menos compartida.