amiga Pepa: veo que sos gallega. Yo en cambio soy gayego,...

amiga Pepa: veo que sos gallega. Yo en cambio soy gayego, con ye, que es como nosllaman aqui, cariñosamente, a todos los que nacimos en España, no importa si en Cataluña, Vasconia o Galicia. Decis bien cuando te referís a la numerosa cantidad de gallegos que hay en Buenos Aires (en otras regiones argentinas predominan, en cambio, los españoles de otras comunidades). Evidentemente hay una muy buena relacion entre Buenos Aires (capital) y los inmigrantes de origen gallego. Aunque soy español, cántabro, vine (me trajeron) a la Argentina con siete años y aqui hice mi vida; mi suegra tambien era gallega, de Padrón, asi que cuando volvi, brevemente, a Esapña a ver el lugar donde habia nacido y conocer a mis numrosos primos. inclui-casi por cortesia conyugal-una escapada a Galicia, donde tambien vive otro de mis primos, cerca de Vigo. Fué un amor a primera vista. Me gustó sobre todo Santiago de Compostela. En todo momento me sentí en mi casa, a pesar de ser la primera vez que pisaba tierra gallega. En Galicia, los argentinos jugamos (juegan) de locales. NI bien volvi a Morón, me anoté en la Univesidad en un curso de "lengua y cultura gallega" para tratar d e aprender el idioma de Rosalia. Pasó un par de años y oli, t vez o mi hijo que queria ver qué posibilidades habia de trabajar en España, porque aqui las cosas estaban muy mal. NO concretó nada y cuando volvió la situacion argentina empezó a mejorar y ya emigrar no fue´necesario. De todos modos tambien sintió la cordialidad d los gallegos y cuando estabamos tomando un cafecito (cafelito veo que le llaman por allá), comentando la "buena onda" que percibiamos en la gente cuando se enterabn que veníamos de la Argentina, me dió la clave:"Pero viejo-me dice- ¿no te diste cuenta?, los gallegos son los españoles que más se parecen a nosotros". Tenía razón. En Cantabria no digo, porque estaba rodeado de mi gente, pero en Galicia fué el sitio donde me sentí más español y al mismo tiempo, más argentino. Ahora le doy su verdadero valor a la palabra "gayego".
Sí señor Gayego! y a mucha honra!.
Baldomero Sánchez-Villar