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Cataluña al límite: Radicales catalanes acosan con bocinas y caceroladas a los guardias civiles alojados en un camping de Gerona
¿QUE MAS TIENEN QUE AGUANTAR?

Los guardias civiles que fueron desalojados de un hotel en Calella (Barcelona) vuelven a tener problemas en Cataluña. Esta vez por dos lados, puesto que se encuentran alojados en un camping de Gerona con poco espacio y, demás, sufren el acoso de independentistas que los molestan durante la noche con bocinas y caceroladas para que no duerman. Los agentes, «hacinados» en unas instalaciones provisionales, viven además acosados por los radicales.

Son ahora mismo 200 guardias civiles los que están «hacinados» en el camping isla Mateua de l’Escala del Ampurdán girones. El dueño del recinto, que les cobra hasta tres veces más de lo habitual por dormir allí, solo les ofrece la pernocta y comida, pero no la limpieza de habitaciones.

Según cuenta ABC, por la noche un grupo de extremistas circulan con sus coches y hacen sonar las bocinas de los coches para mantener despiertos a los agantes. Además de los bocinazos, otros independentistas se didican a hacer una «cacerolada» para que el ruido moleste a los guardias civiles también. El «escrache» de madrugada y viene a mermar el ánimo y sueño de los agentes desplazados a Cataluña desde Sevilla y León.

Cabe recordar que el dueño de este camping, Martí Guillem, ya fue noticia cuando se conoció que la Guardia Civil se había alojado allí durante una maniobras, lo que llevó al propietario a dimitir como concejal en el Ayuntamiento de la localidad, donde había sido elegido en las listas de CiU. Antimiltarista e independentista, Guillem ha aceptado alojar de nuevo a los guardias civiles, aunque les cobra el triple y no limpia las instalaciones, denuncian los agentes. A lo que se suman las caceroladas a las seis de la mañana