Me congratula que se discrepe, pero si se tiene en...

Mucho ruido para pocas nueces. La judicatura es una carga del feanquismo que obstruye toda posibilidad del desarrollo de una justicia que se sustente en valores y principios que la democracia requiere. Los jueces ellos mismos con sus interpretaciones en base a sus ideologías partidarias, corrupciones y corruptelas, hacen de la justicia un rastrojo del pasado. Jueces que ejercen para impedir que se haga justicia con los corruptos, los evasores fiscales, los golpistas, el terrorismo de estado, etc. que luego no respetan ni su tiempo de caducidad en las responsabilidades que les han otorgado, sólo por obediencia debidas a los intereses de los partidos políticos que los han designado, haciendo partidismo judicial, es precisamente eso lo que denigra la profesión de la judicatura. La democracia aún no ha penetrado en ése búnker obsoleto, lo hacen inservible para los ciudadanos y para la democracia. Conn estos jueces, difícilmente podemos decir que se imparte justicia igual para todos. Es urgente la renovación, abrir puertas y ventanas y airear esa atmósfera de olor a rancio abolengo, seguir asi, es arrastrar esa losa que impide que la justicia juegue su papel. Posiblemente sea la que nos merecemos, pero es lo que hay.

Ferisa.

Estando de acuerdo en casi todo lo que expones...

No comparto que los ciudadanos no nos lo merecemos, y sí, es lo que hay.

La democracia lo permite. Los jueces crecen en una enorme mayoría en familias adineradas, el resto es la evolución de la propia vida.
Hay que seguir luchando.

Me congratula que se discrepe, pero si se tiene en cuenta que todos los cambios se originan por la correlación de fuerzas existentes en el contexto del cual hablamos, se puede decir que en democracia la correlación de fuerzas para llenar de contenido, darle ustancia a la democracia, se necesitará esa correlación de fuerzas para conseguirlo. Hemos logrado el grado de democracia conceptual pero la sociedad en su conjunto aún no ha conseguido darle al concepto su definición, venimos de una cultura manipulada y deformada que nos ha inculcado valores y principios de resignación, obediencia debida, en una palabra la cultura del esclavo según la cual, sin amo no sabemos vivir. Esa mezcla de sensaciones y pensamientos conforman la mentalidad nacional, contradiciones que nos confunden propios de la mentalidad que no nos han ayudado a desarrollar el espíritu crítico, carente y peligroso durante años. Esa mentalidad nacional se compone de apolíticos, políticos, pastas, vísceras e irracionalidad varía. En democracia se podría decir que los pueblos suelen tener los gobiernos que se merecen, con sus ambigüedades comprendidas. La expresión política refleja muy bien esas ambigüedades, que se debate entre la racionalidad en progreso y la visceralidad que la hace contrapeso. Es una reflexión abstracta que cada cual puede interpretar según su propia capacidad cognoscitiva. Comparto tú opinión de que hay que seguir luchando. La lucha es el motor del desarrollo social, de ella depende el progreso o retroceso del conjunto de la sociedad, sea política o apolítica, toda ella comprendida.