Cuando con el burro salgo mu templano, La Poesía

Cuando con el burro salgo mu templano
camino e la jesa,
siempre me la encuentro
barriendo la puerta;
y siempre me ice: — ¡Anda con Dios, hombre!—
y siempre la igo: — ¡Quéate con Él, Petra!—
y le doy al burro pa qu'ande más listo,
y ella barre, barre, mucho más depriesa...

Y si, ya mu lejos,
güervo la caëza,
me mira y se ríe
con esa risina que tanto m'alegra…

¡Qué trabajaora!
¡Qué guapa y que güena!
¡Si páece mintira
que tanto me quiera!

Tocan las campanas,
locan dando güertas...
Unos güenos mozos, cantando flamenco,
jacen gorgoritos en una taberna.

Hay riñas de gallos
en la resolana de las corraletas;
y en el artozano, junt'a los ceviles,
unos zagalones se juegan las perras...

¡Juy, qué cacho e brutos!
¡Juy, qué mal que piensan
creyendo que asina son las diversiones
de la gente nueva!

Y es ¡claro!, por eso, ¡qué coñio!, me icen
qu'ella me disprecia,
porque no me mira
drento de la iglesia
con sus ojos negros de mirás mu tristes,
con sus ojos tristes de mirás mu negras.

LUIS CHAMIZO