¡HOY LAS CIENCIAS ADELANTAN!, La Poesía

¡HOY LAS CIENCIAS ADELANTAN!

-Pero ¿qué es lo que te ocurre
pa ponerle a uno esa jeta,
que paece que estás tratando
con el que cobra las cédulas?
- ¡Jesús que Dios!

- ¡Y agradece
que no coja la cazuela
y te la estampe en los sesos
pa ver si es que así te enteras!

- ¿De qué?

-De que ya me ties
cansao de cenar lentejas
y alubias y porquerías,
que salen lo mismo que entran!
Y te advierto, pa que luego
no te pille de sorpresa,
que o me cambias los "menuses"
o estás a las consecuencias.

- ¡Rediós! Pues ¿qué quieres?

-Cosas
varias y que fortalezgan,
por que el hombre que trabaja
si no se nutre la entrega.

-Pero ¡vente aquí a razones
y escucha y vamos a cuentas!
¿Tú, cuánto ganas?

-Diez reales.

- ¿Cuánto has dicho?
- ¡Dos cincuenta!
-diez reales, ¿verdad?
Pues oye, rebaja dos que te dejas
desfiguraos tóos los días
en la maldita taberna
(¡que así permita Dios que arda
con tóos los que entráis en ella..)

- ¡Muchas gracias!

- Y resulta
que ya son ocho; descuenta
otro par de ellos que gastas
en tabaco y cosas de ésas;
deduce lo que me "pisas"
pa el mus ilustrao; aumenta
a lo que rebajas, uno
que le das a la Nemesia
pa que saque alante al chico
que tuvo estando soltera;
y ahora, si lo reflexionas,
dime si con la peseta
cochina que traes a casa
quiés que te sirva cocletas
de arzobispo y que te ponga
un faetón a la puerta.

- ¡No quiero eso!

- ¡Pues entonces!

- ¡Pero ven aquí so bestia
que eres una especie de Osma
para azministrar!

- ¡No me ofendas, saturnino!

- ¡Si es que le haces
perder a uno la chaveta!
Si tu padre que esté en gloria,
no hubiera sido un acémila
y te hubiá dao una miaja
de coltura, y tuvieras
ese defezto que tienes
de que eres analfabeta
de nación, y te te enteraras
de lo que dice la Prensa,
sabrías como ca quisque,
que en el día de la fecha
pa vivir a lo máznate
basta y sobra una peseta.

- ¡Caray!

- ¿Lo tomas a chunga?
Bueno; pues oye la idea
que se le ha ocurrido a un socio,
y que vista de primera
intención paece una cosa
de magia.

- ¡Vamos a verla!

-A ti te dan un "carnete"
- ¿Y qué es eso?

-Una tarjeta
que no cuesta ná; en el azto
vas y te compras con ella,
verbo en gracia, una camisa
que vale un par de pestas
y si exhibes el "carnete"
van y te rebajan media.
Necesito yo unas botas
(que ahora da la concidencia
de que sí que me hacen falta
porque llevo un dátil fuera),
pues me voy a un zapatero
de los que tién conivencia
con el socio, y si le había
de pagar sin la tarjeta
tres duros, es un digamos,
pues le pago dos con ella.
Pon que ese mismo derecho
te asiste pa el de la tienda
de ultramarinos, pa el sastre
y pa tóos los que comercian;
añide que, además de eso,
quié el sino que te trompiezas
vamos al decir, con uno
de los premios que sortean
(porque igual te pué caer
a ti que aotro cualesquiera),
y resulta que a fin de año,
con poca suerte que tengas,
comes lo mismo que un oso,
vistes mejor que la reina,
gastas si quiés otromóvil,
y, además tiés una renta
vitalicia pa tóo el tiempo
que te dure la existencia.

-Sí; pero pa eso hará falta guita.

-Con que puedas
juntar cuatro o cinco duros
y empieces a darles vueltas,
ya tiés segura la vida
y está resuelto el problema.

- ¿Y entran también los caseros en la cosa?

- ¡No camelan!
Hay tres clases que no aceden
a rebajar ni una perra,
que son: las amas de cría,
los caseros y la Iglesia.
Pero eso, como tu sabes,
ni a ti ni a mí nos afezta:
el casero, porque tiés
quien nos pague la vivienda,
gracias a Dios; la nodriza
porque continúas inédita,
y lo otro, porque siguiendo
"mangue" viudo y tú soltera,
nos hace la misma falta
que a un Santo Cristo un apercha.

- ¡Oye, pues busca el "carnete"!

- ¡Toma, pues no, que se juega!

José López Silva.