MENTIRAS MALVADAS, La Poesía

MENTIRAS MALVADAS.

Había una vez un hombre
que con muy malas entrañas
le dijo a una pobre niña
cuando vio que esta lloraba.

Porque su adorada madre
de su lado se alejaba,
para ayudar a su esposo
que muy cargado llegaba.

¡Pues ya tendrías que estar
mucho más que acostumbrada!
Tú madre a ti no te quiere
porque ya no te esperaba.

Porque cuando tú naciste
la casa estaba colmada,
y tú siempre fuiste un lastre
pues en la casa sobrabas.

Y aquella pobre criatura
que estaba muy asustada,
solo le faltó escuchar
esas mentiras malvadas.

Ella miraba a su madre
con carita anonadada,
y con amor infinito
con temor le preguntaba.

¿Será verdad madre mía,
lo que “tito” me explicaba?
¿Por qué tuve que nacer
si usted no me deseaba?

Yo ya sé que no soy guapa,
pero soy muy hacendosa,
y seré muy obediente
“pa” que de mí esté orgullosa.

La madre con gran ternura
su carita acariciaba,
y colmándola de besos
le decía estas palabras.

No hagas caso vida mía
ni escuches esas maldades,
el “tito” nos tiene envidia
pues sabe lo que tú bales.

¿Cómo no voy a quererte?
si eres mi mayor tesoro,
mi niña dulce y valiente
que vale su peso en oro.

Lo mismo que tus hermanos,
fuisteis los hijos deseados,
y por teneros a todos
somos muy afortunados.

Tanto padre como yo
os queremos con locura
¡nuestro tesoro mayor!
¡Mis hermosas criaturas!

“A veces por pura envidia
aunque parezca imposible,
alguien hace mucho daño
diciendo cosas horribles”.
Pa. Sa. Ma.