POR NO DECIR A MI PADRE, La Poesía

POR NO DECIR A MI PADRE

Por no decir a mi padre
cual eran tus sentimientos,
rompiste todos mis sueños
siempre esperando el momento,

Yo escuchaba cada noche
tus pasos con alegría,
y una canción entonabas
silbando la melodía.

Al pasar junto a mi puerta
el silbido no se oía,
mi padre estaba en el porche
fumando como solía.

Tú le hacías un saludo
cuando a su lado pasabas,
y aligerando los pasos
más deprisa te alejabas.

Mi corazón palpitaba
cual repique de campanas,
y yo contenta pensaba,
¡mañana, será mañana!

Pero el mañana llegaba
y tú no te decidías,
y poco a poco se fueron
muriendo mis alegrías.

Al no escuchar más tus pasos,
me dijeron mis vecinas,
¡A la ciudad se ha marchado
a buscar cosas más finas!

Y yo me quedé esperando
detrás de la celosía,
entre las flores llorando
pensando que volverías.

Olvidaste las promesas
al decir que me querías,
te deslumbró la riqueza
o tal vez, fue cobardía.

No volviste por el pueblo,
ni a la calle en que solías
pregonarle a tus amigos,
esa, esa es la novia mía.

Ya lo decía mi madre,
lo que ocasiona tormento,
es además del orgullo,
fortuna, poder y tiempo.

Y tú hiciste tu fortuna,
casando con la heredera
de aquel señor hacendado,
el dueño de la ribera.

Feliz no la hiciste nunca
ni lo fuiste tú tampoco,
al no poder olvidarme
casi te volviste loco.

Hoy dices a tus amigos
que jamás me has olvidado,
y darías tu fortuna
para volver a mi lado.

Pero han pasado los años
de aquello no queda nada,
yo tengo una gran familia
y estoy muy feliz casada.
Pa. Sa. Ma.