HISTORÍA DE LA ABUELITA
Voy a contarles un cuento
que contaba mi abuelita,
Allá por sus años mozos
tenía unas vecinitas
que siempre estaban gruñendo
lo mismo que las cerditas.
pues tenían mal talante
¡Estaban amargaditas!.
El jardín donde la abuela
con amor se recreaba,
aquellas viejas vecinas
con envidia lo miraban.
Un día en que la abuelita
tuvo que salir de casa,
preguntaba a su regreso
horrorizada, ¿Qué pasa?
Dejé mi jardín hermoso
con flores de mil colores,
y lo encuentro destrozado
¡Ay Virgen de los Dolores!
Yo este jardín lo cuidaba
con cariño y con esmero,
y estas viejas amargadas
lo usaron de basurero.
¡Madre del amor hermoso!
Haz que sean perdonadas,
ten de ellas misericordia
pues viven atormentadas.
No conocen la alegría
tienen una triste historia,
se revelan contra todos
porque no alcanzan la gloria.
¡Pobrecitas! no descansan
ni de noche ni de día,
por eso por todas partes
derraman su porquería.
Yo te ruego madre hermosa
que el perdón se lo concedas,
porque no saben lo que hacen
aunque fueran a la escuela.
Esta es la historia señores
que nos contaba la abuela.
con lágrimas en los ojos,
con dolor, y con tristeza.
Pa. Sa. Ma.
Voy a contarles un cuento
que contaba mi abuelita,
Allá por sus años mozos
tenía unas vecinitas
que siempre estaban gruñendo
lo mismo que las cerditas.
pues tenían mal talante
¡Estaban amargaditas!.
El jardín donde la abuela
con amor se recreaba,
aquellas viejas vecinas
con envidia lo miraban.
Un día en que la abuelita
tuvo que salir de casa,
preguntaba a su regreso
horrorizada, ¿Qué pasa?
Dejé mi jardín hermoso
con flores de mil colores,
y lo encuentro destrozado
¡Ay Virgen de los Dolores!
Yo este jardín lo cuidaba
con cariño y con esmero,
y estas viejas amargadas
lo usaron de basurero.
¡Madre del amor hermoso!
Haz que sean perdonadas,
ten de ellas misericordia
pues viven atormentadas.
No conocen la alegría
tienen una triste historia,
se revelan contra todos
porque no alcanzan la gloria.
¡Pobrecitas! no descansan
ni de noche ni de día,
por eso por todas partes
derraman su porquería.
Yo te ruego madre hermosa
que el perdón se lo concedas,
porque no saben lo que hacen
aunque fueran a la escuela.
Esta es la historia señores
que nos contaba la abuela.
con lágrimas en los ojos,
con dolor, y con tristeza.
Pa. Sa. Ma.