Tienes los ojos llorosos
y el alma muerta de miedo,
dime niña que te pasa
y si consolarte puedo.
Nadie puede remediar
esta pena que me ahoga,
veo a mi madre llorar
y a mi padre muerto en vida,
la maldita corrupción
que hasta la ilusión nos quita.
El dinero en bolsas llenas
en manos de gente sucia,
chulos, busconas, que triunfan
con dinero mal ganado
y dejan en este estado
a familias que con esfuerzo
toda la vida han luchado.
Malditos, malditos sean mil veces
los que roban, los que permiten
quitar solo un minuto de sueño
a la gente de verdad, a la buena
a los niños que esta noche
no ven sus reyes pasar.
Si hay un Dios, allá en los cielos,
El los tendrá que juzgar.
Mari
y el alma muerta de miedo,
dime niña que te pasa
y si consolarte puedo.
Nadie puede remediar
esta pena que me ahoga,
veo a mi madre llorar
y a mi padre muerto en vida,
la maldita corrupción
que hasta la ilusión nos quita.
El dinero en bolsas llenas
en manos de gente sucia,
chulos, busconas, que triunfan
con dinero mal ganado
y dejan en este estado
a familias que con esfuerzo
toda la vida han luchado.
Malditos, malditos sean mil veces
los que roban, los que permiten
quitar solo un minuto de sueño
a la gente de verdad, a la buena
a los niños que esta noche
no ven sus reyes pasar.
Si hay un Dios, allá en los cielos,
El los tendrá que juzgar.
Mari