Buenos días Fina:
Me dejaste abrumada ayer con tus alabanzas y estaba muy cansada también pero con un cansancio especial pues muchas cosas me van saliendo bien, simplemente, siendo cuidadosa con todo en la vida, y poniendo cada cosa en su lugar correspondiente.
¿Vendedora? Pues sí, como le digo a Adri esta mañana. Y procuro que no se me vaya nadie de la tienda sin que pague lo que debe. Soy así desde que tengo uso de razón. Muy buena, porque lo fueron conmigo; pero puedo ser devastadora si lo que se trata es de hacerme mal a mi o, a mis allegados entre los que incluyo, a la naturaleza que siempre me trató fenomenal, y me hizo ser como soy hoy día. Fuerte de espíritu, sana e íntegra, aunque por fuera parezca poca cosa. Pero a los que me conocen, no engaño, y ya saben con quien se las tienen. Eso, sí, siempre hay quien aprovecha un descuido, y en cuanto pueden, la mayoría de las veces por la espalda te intentan dañar. Pero sucede que el azar les pone en entredicho, que está colaborando conmigo a brazo partido. Y sin saber porqué pero me está pasando. Y me abruma y me da vértigo porque eso no lo puedo controlar.
En cuanto a los estudios, después de acabar el bachiller en Madrid, ya todo lo que he hecho ha sido por mi cuenta y riesgo. Ya vi que no podía acceder a una titulación superior, pues me conformé diciéndome que escribir siempre se puede. Y es lo que estoy haciendo. ¿Quien me iba a impedir escribir poemas si esa era mi voluntad, tanto si los hacía bien como si no.? ¿Y para qué reglas, si lo mío era por libre y siempre ha sido así? Estudiar con mis hijos, aprovechar sus cuadernos, y anotar en los márgenes de la vida los sinsabores y las frustraciones, como mucha gente, con la difícil tarea de superar tus dificultades y las de los demás sin perder un ápice de dignidad. Eso es todo Fina. Todo el mundo tiene sus marrones y creo que la mejor forma de salvarnos es no intentar ocultárnoslos a nosotros mismos. Si están ahí es porque podremos con ellos si ponemos todo el esfuerzo posible.

Un abrazo, feliz noche y feliz navidad que debe brillar, a pesar de todo y en todo su esplendor.