Has viajado mucho, yo en realidad, aunque he visitado...

Pues yo vivo ahora en Sacedón, Guadalajara, junto al pantano de Entrepeñas; el año pasado en una urbanización de Pareja, junto al pantano, durante un año; el anterior lo hacía en Casarrubios del Monte, Toledo, circunstancialmente durante diez meses; anteriormente en Villamanta, Madrid, durante casi trece años; anteriormente en Móstoles, Madrid, durante diez años y anteriormente en Pozuelos de Alarcón, Madrid, desde que nací hasta que me fui a Móstoles en 1986, con treinta y seis años. Entre Villamanta y Casarrubios, estuve seis meses en Córdoba, de Argentina, pero en dos ocasiones de tres meses cada una. ¡Y sigo viajando todo lo que puedo! Eso sí, por la península, compuesta por nuestra piel de toro, como la llamó alguien hace años, y Portugal.
Un saludo

Has viajado mucho, yo en realidad, aunque he visitado algunos lugares permanezco estable desde hace muchos años en Burgos.
Lo que son las cosas curiosas que tiene la vida es que mientras que los pinares de Guadalajara ardían, Zapatero estaba viendo "La Flauta Mágica" y no acudió al desastre siquiera. Envió a la reina de la Noche, a Mª Teresa de la Vega a que diera la cara. Luego convocó un gabinete de crisis y mientras el fuego iba haciendo su labor, acabando con todo.
Y esos pantanos nuestros de Entrepeñas y Buendía ¿para qué sirven si no pudieron solucionar nada?
Igual es que había sequía y no quisieron gastar el agua. Porque en mi tierra faltaba agua ya que se acometió el trasvase del Tajo al Segura. Estaba seca y pude verlo porque se murió mi madrina en junio y pude hacerme idea del estado en que estaba todo. Yo dije y escribí aquí en Burgos: No quiero ni pensar si hay un fuego, ¿de donde van a sacar mis paisanos el agua si se las han llevado al Segura? Fue un destello al ver aquello, lleno de matojos, tan descuidado y con tanta sequía. Una intuición, una premonición que llegó a cumplirse el día del Carmen, el 16 de Julio a un mes justo. En unos días todo se perdió, sin remedio y encima murieron 11 personas en el inútil empeño de acabar con el fuego donde no hubo medios: ni helicópteros, ni agua suficiente, ni sesos, ni cabeza, ni vergüenza. Que era verde y se la comió un burro. Eso de mi tierra fue un aperitivo para todo lo que tenemos hoy. Ver para creer.