Buenas noches: De nuevo estoy aquí un poco perdida en mis pensamientos un tanto pesimistas, tal vez porque hay tiempo para todo, o porque realmente tengo muchos motivos para ello: la soledad, mi dolencia visual, los acontecimientos que se sucedes sin tregua de masacres indiscriminados, lo cierto es, que me puse a escribir y me salió esto:
Un abrazo.
HABLANDO CON DIOS
Hoy más que nunca Señor
estoy terriblemente confundida
escuchando sobrecogida
cuanto acontece a mi alrededor.
Me siento dolida y cansada
ante esa materia que se mueve,
que se autodestruye sin piedad
¿qué puede hacer mi alma atormentada?
Ante mis ojos atónitos
el mundo se desmorona,
países en permanente conflicto
con guerras interminables,
corrupción de los gobernantes,
miles de seres pasando hambre.
En mi lucha particular
me siento sola y olvidada
por aquellos que tanto quiero
sin pedirles a cambio nada.
En ocasiones me pregunto
¿Dónde Señor te hallas?
¿dónde tu mano divina para
evitar la destrucción humana?
Tú, Dios mío que lo sabes todo
dime ¿en que hemos fallado?
¿Que pecado hemos cometido?
¡por que todavía no nos hemos enterado!
A ti, Señor, alzo mi voz impotente
dejándome llevar como tronco
arrastrado por la corriente,
los que somos creyentes
no podemos hacer más que rezar.
Yosefín
Un abrazo.
HABLANDO CON DIOS
Hoy más que nunca Señor
estoy terriblemente confundida
escuchando sobrecogida
cuanto acontece a mi alrededor.
Me siento dolida y cansada
ante esa materia que se mueve,
que se autodestruye sin piedad
¿qué puede hacer mi alma atormentada?
Ante mis ojos atónitos
el mundo se desmorona,
países en permanente conflicto
con guerras interminables,
corrupción de los gobernantes,
miles de seres pasando hambre.
En mi lucha particular
me siento sola y olvidada
por aquellos que tanto quiero
sin pedirles a cambio nada.
En ocasiones me pregunto
¿Dónde Señor te hallas?
¿dónde tu mano divina para
evitar la destrucción humana?
Tú, Dios mío que lo sabes todo
dime ¿en que hemos fallado?
¿Que pecado hemos cometido?
¡por que todavía no nos hemos enterado!
A ti, Señor, alzo mi voz impotente
dejándome llevar como tronco
arrastrado por la corriente,
los que somos creyentes
no podemos hacer más que rezar.
Yosefín