! Ah las abuelas... que ternura! Alas nuevas, mas lentas...

! Ah las abuelas... que ternura! Alas nuevas, mas lentas pero tan dulces como la propia madre porque madres fueros... Me fijo: me detengo en los parques, y las veo solícitas...´únicas, universales, en sus cuidados.
Yo natura´mente tuve dós,. de una de ellas, comentaba recientemente que pareciara solo hai un nieto: aquel con el que vivía...! pero a la otro! Un amor, agil y madrugador en atenciones. Muchas veces abro la ventana del tiempo miro, la veo, me toma la mano, pasa la otra por mi cabellera rebelde, y le dice al abuelo, el cual opinaba de mi diciendo: "Este nieto es un leyes" Y ella que respondía: si no tienes nada mas agradable que decir al chico mas te vale callar.
! Ah la abuela calentando la cama en los duros inviernos, con aquel trasto de cobre y una tapa de agujeros!! Ah la abuela, removiendo los tizones y cuando ya aprendía a leer, como lloraba, cuando le leía "los miserables!! Como disimulaba sus lágrimas mientras hurgaba los tizones, que chisporroteaban como si se quejaran.
No es `posible el olvido de presenciar como le tiritaba el corazón... y miraba para arriba, como si preguntará a Dios, porque no se asomaba al mundo... Y se fue y me dejo niño aún... niño que aún vive en ella.
Un abrazo.