Por esta zona, (me imagino que por otros sitios tambien). El día 5 de enero existia la costumbre de cantar el aguinaldo. Los niños salian por las casas pidiendo el aguinaldo y todo el mundo les daba algo; caramelos, dulces, pastas, frutos secos abia incluso quien les daba dinero, poco pero que sumado a otro poco y otro poco acababa siendo una buena propina. La forma de cantar el aguinaldo era en pequeños grupos. En mi pueblo habia un cantar para tal menester que decia así:
Si usted nos da el aguinaldo
cantamos con alegria
la vida de San José
y de su esposa Maria.
San José iva a por leña
por que la virgen tenia
tenia un niño en sus brazos
que de frio se moria
Aguinaldo, aguinel
buenas noches tenga usted
las cuatro aceitunas
y el hueso pelao
deme el aguinaldo
que ya lo he ganao.
Hoy esa tradición se ha perdido, yo hace unos años quise recuperarla y para tal fin junté a los niños y niñas del pueblo, les enseñé la canción y luego ellos salieron por el pueblo, la verdad que a las personas mayores les encantó, pues despues de muchos años esa iniciativa les hizo recordar sus años mozos y de juventud. Pero pasado ese año de nuevo se volvio a olvidar el tema. Hoy esos niños y niñas que fueron los últimos en cantar el aguinaldo y que ya pasan de los 20 años, me recordaron aquella experiencia como algo feliz de su niñez, me pidieron que no hiciese de nuevo, ahora con sus hijos y sobrinos... Pero este año ya es tarde, no por que no uviese tiempo, sino por que ya estamos saturados de trabajo y proyectos para navidad, pero es un objetivo que me lo apunto para el proximo año.
Si usted nos da el aguinaldo
cantamos con alegria
la vida de San José
y de su esposa Maria.
San José iva a por leña
por que la virgen tenia
tenia un niño en sus brazos
que de frio se moria
Aguinaldo, aguinel
buenas noches tenga usted
las cuatro aceitunas
y el hueso pelao
deme el aguinaldo
que ya lo he ganao.
Hoy esa tradición se ha perdido, yo hace unos años quise recuperarla y para tal fin junté a los niños y niñas del pueblo, les enseñé la canción y luego ellos salieron por el pueblo, la verdad que a las personas mayores les encantó, pues despues de muchos años esa iniciativa les hizo recordar sus años mozos y de juventud. Pero pasado ese año de nuevo se volvio a olvidar el tema. Hoy esos niños y niñas que fueron los últimos en cantar el aguinaldo y que ya pasan de los 20 años, me recordaron aquella experiencia como algo feliz de su niñez, me pidieron que no hiciese de nuevo, ahora con sus hijos y sobrinos... Pero este año ya es tarde, no por que no uviese tiempo, sino por que ya estamos saturados de trabajo y proyectos para navidad, pero es un objetivo que me lo apunto para el proximo año.