Billete de Metro del año 1981...

Billete de Metro del año 1981

Yo llegué a ir en dos ocasiones al comedor de la calle del Barco, ya que estaba cerca del garaje donde trabajaba. Lo decían "de los comedores de la sopa boba", no recuerdo si era de Hermandades o no.

Al Parque Sindical de Puerta de Hierro he ido en varias ocasiones, pero bajábamos desde Pozuelo de Alarcón, que era donde vivía yo entonces, con amigos y ya siendo mayorcito -de los 17 a los 19 años-, siendo por aquél entonces cuando trabajaba en la calle del Barco. También iba con mi novia de aquellos años, una chica que había estado internada en el colegio del Convento de las Franciscanas, en Pozuelo, pero que entonces servía en una casa de la calle de Ruíz, en Malasaña, cerca de la plaza del Dos de Mayo. Antes había estado viviendo con una hermana suya en la calle Basilio Paraíso, cerca de Manuel Becerra. Cuando antes he leído el nombre de esta calle, me he acordado de esto, no se si lo decía chando.

En lo que dices del metro, yo no he vendido billetes, ya que no vivía en la capital, sino que iba a trabajar allí, pero sí que los compraba pues cogía el metro todos los días y me he recorrido toda la ciudad en él. He visto como cambiaba de trenes en unos cuantos años. Aun conservo un billete del año 81, tan solo me queda éste, aunque tenía unos cuantos al igual que del tranvía y de la EMT, de aquellos de papel fino que expendía el cobrador. Después el mismo conductor cuando desapareció la figura de aquél de los autobuses, que iba en la parte trasera en su "chiscón".

Recuerdo que cuando habíamos subido todos -más los justos que cabían en la plataforma, pues muchos, algunas veces nos quedábamos en tierra-, tiraba del cordón que iba de atrás a adelante y sonaba la campanita junto al lado del conductor, lo que quería decir que arrancase. Y si tiraba insistentemente, quería decir que lo hiciese a toda leche porque ya no cabíamos más; lo que conllevaba que todos nos pegásemos el empujón hacia atrás y pisásemos al de al lado. Si estabas junto al asiento para sentarte, te sentaba bien sentado y aplanado el el asiento de madera prensada y la espalda pegada al respaldo. Después se modernizaron, antes de quitar al cobrador, y le pusieron un timbre que llevaba el pulsador junto al cajón del dinero. También quitaron el cordón del que tirábamos los viajeros -los que llegaban a su altura, pues algunas abuelitas a mí me han dicho: " ¿puedes tirar del cordón, hijo? es que no llego"- y pusieron los pulsadores del timbre en las barras y cercanos a las puertas.

Del tranvía también tengo buenos recuerdos; una pena que lo quitasen, aunque no sé si los taxistas esto lo agradecisteis, por lo de que los raíles no se llevaban bien con el buen conducir, sobre todo en días húmedos, como el hacerlo sobre el adoquinado, que aun yendo andando, buenos patinazos se daba la gente sobre ellos.

Cuando hablabais (los taxistas) en unos mensajes más arriba, de los taxis aquellos en los Seat 1400, me recordó al leeros a los 1400 A y los B, porque me figuro que hablaríais de los C, aquellos precursores del 1500. no sé, ya que no lo habéis mentado, si condujisteis algún Citroën 11, largo o corto pues de los dos he conocido y he montado en alguno aun, antes de que desapareciesen.

¿Y de los minitaxis qué? ¿Habeis llevado alguno? Eran tan mal queridos por unos y tan amados por otros, que no sé si fueron buenos o malos para el gremio. Y es que había quien echaban pestes de aquellas "latas" como les llamaban algunos. Recuerdo entre algunos, pues ya no me acuerdo si había más modelos, a los Seat 850 especial, el de 4 puertas; al Seat 800, aquél que no tenía morro, era chato, y de la mitad hacia a delante no se parecía a ningún otro, pero de la mitad hacia atrás era clavado al 600; al Simca 100 y ya no recuerdo si el 1200 también lo fue, o éste ya era un "señor taxi", o taxi senior que diría el otro.

También me dio tiempo a subir, pues aun circulaban, en los autobuses Leiland de dos pisos, los hermanos mayores de los "Madridvisión que se ven hoy por la ciudad, solo que cerrados, ya que estos últimos no llevan techo en la azotea.

Sobre esos viajes que se hacían "al más allá" -como decía el gran ínclito Eugenio-, Leganés y Móstoles, eran de odisea por aquellos entonces. Creo que los de leganés eran de la compañía ADEVA y efectivamente, era como para echar merienda cuando tocaba desplazarse hasta allí. Unos salían de Legazpi y otros, los de La Fortuna inclusive, lo hacían de Caño Roto-Avenida de Oporto, Carabanchel Bajo.

Bueno, como diría Bugs Bunny: ¡E..., eeso..., eso es todo amigos, mañana más!